| Noche de Cine

Madrid, 18 de Junio de 2008

“Espero que cuando Italia gane a España la gente no deje de venir a ver la película por eso” bromea el director Grimaldi en la presentación de su Caos Calmo en Madrid. Y es que una película pequeña y europea se suele estrenar pocas veces en el circuito comercial de nuestro país como lo hará esta cinta que supera las sesenta copias de distribución doblada y en versión original.

Como él mismo indica la culpa de este fenómeno es en parte el éxito en Berlín “Gustó mucho y creo que se ha vendido desde entonces a todo el mundo”. Y es que Nanni Moretti es sinónimo de éxito en casi todo lo que toca a pesar de que en esta ocasión no se ha puesto tras la cámara. “La película ha tenido un parto diferente. Siguió todo el camino al revés. Nanni se interesó por la historia, se puso en contacto con Procacci, en productor que había comprado los derechos y se subió al proyecto, trabajó en el guión y quiso ser el protagonista y productor, luego me llamaron a mí para dirigirla, es decir, todo al revés de cómo se hace normalmente”.

Pero parece que a pesar de variar la fórmula Moretti lo tiene tan claro que ha conseguido hacer la película del año. Llama la atención que él mismo no sea el director de una película que a ratos recuerda a sus mejores trabajos como La Habitación del hijo pero su decisión se fundamenta en la interpretación de Pietro Paladini, un hombre que ve como su vida se para en seco cuando pierde a su mujer. Es un hombre desesperado que espera la llegada del dolor por la ausencia de un ser querido que nunca acaba de estallar. Si recuerda a otros Moretti al inicio pronto vemos que no tiene nada que ver con sus otras interpretaciones y consigue llegar al espectador en forma casi violenta. “Moretti se dio cuenta de que sólo quería actuar, era un papel tan difícil que dejó en mis manos la dirección, nos conocíamos desde hace tiempo y enseguida nos pusimos de acuerdo. Al principio quería dar alguna instrucción pero enseguida se dio cuenta de que en esta ocasión sólo iba a actuar y al final disfrutó de esta experiencia que sólo ha repetido en otra ocasión”.

Además de las buenas críticas la polémica viene de la mano por la primera escena de sexo de Moretti en la gran pantalla. “Creo que se ha sacado todo un poco de quicio. Lo realmente curioso es que creo que el Vaticano no ha visto la película, han leído la prensa y han atacado, además los medios han ido inflando la historia y se ha sacado todo de contexto”. Los que hayan leído el libro no deben esperar la explícita escena que en él describe Sandro Veronesi pero para una figura recta y reconocida en Italia como es Moretti, símbolo de una rectitud intachable es impensable verlo en esta actitud sexual por lo que como el mismo Moretti confesó en entrevistas de su país ha “extrañado a fans que han escrito para comunicar que dejan de seguirme”. Es curioso como Moretti gracias a cuatro minutos de metraje ha conseguido una humanización que no ha logrado en tantos años de carrera. Volviendo al libro la adaptación es fiel pero algo más ligera. Se ha convertido por exigencias cinematográficas para realizar una película completa. Sandro Veronesi no dio instrucciones extractas. “nos reunimos un par de veces con el autor, quería saber si habíamos captado la esencia del libro y está satisfecho con el resultado, fue una buena relación”.

Anecdótica también ha sido la colaboración de un afamado director europeo a modo de cameo final. “Pensamos en encontrar a alguien que impusiese a Moretti y hay que reconocer que no se puede encontrar a alguien que lo intimide tan fácilmente en Italia. Teníamos claro que queríamos que fuera un director y no un actor el que interpretara este papel. Pensamos inmediatamente en Polanski que además tenía una historia personal que concordaba con el personaje. Reconozco que sólo hubo otro nombre en el tapete, Scorsese. La reacción de Moretti era admiración e intimidación autentica en esos planos”.