Si un corto es bueno, o muy bueno, es muy posible que acabe optado y ganado muchos y variados premios internacionales. Prácticamente todos se los llevó este cortometraje inglés llamado Cashback que contaba con el por entonces semidesconocido actor que encarnaba a Oliver Wood en la saga Pottiana.
Sam Ellis consiguió con su segundo corto dos cosas: optar a un Oscar y hacer un largo (con la mitad del trabajo hecho).
EL CORTO.
Un chico que trabaja en un supermercado padece un insomnio curioso y una habilidad poco común que desarrollará en las largas horas de vigilia laboral. El plato fuerte era su voz en off con reflexiones sobre el arte, las mujeres y el tiempo. Una joyita que no pasó desapercibida y acabó alargando su duración hasta conseguir convertirse en un largo y una de las sorpresas del año en Inglaterra.
EL LARGO.
Tras el estreno y éxito en 2004 del corto fue en 2006 cuando Ellis recogió todo el metraje original, reunió de nuevo al equipo y amplió su obra dando un poco más de entidad y sentido a sus reflexiones. Cierto es que tras ver su pieza corta el largo se antoja un poco irreverente y reiterativo pero es una cinta muy, muy aconsejable.
¿Qué es lo curioso? Que el corto se usó integrmente en el largo ya que su factura era tan impecable que no fue necesario rehacerlo.