El principe Dastan, a diferencia de sus hermanos, no nació formando parte de la realeza. Creció y se educó en las calles de la Persia medieval. Ahora debe unir sus fuerzas a una misteriosa princesa rival con el fin de detener una tormenta de arena que podría acabar con el mundo entero. Film basado en un popular videojuego…
… al que servidor jugaba en mi 386. Al primerito de todos ¿eh?. Dejando atrás la nostálgia nos embarcamos en la nueva propuesta de Bruckheimer post-piratas centrada en las arenas del desierto. Desde el minuto diez de película sabemos lo que estamos a punto de ver: un carrusel de pirotécnia bien rodada, persecuciones, peleas, peleas más dificiles todavía y mucho efecto especial. Todo filmado con una solvencia y una factura impecable.
A eso le sumamos una chica impresionante, que quita el hipo con solo mirarla, de preicosa mirada a la que servidor declararía para siempre amor eterno. Estas son las mejores bazas del film.
Pero.
¡Ay amigo!, hay un pero.
El conjunto del film queda completamente «Soso». Ala, ya está, ya lo he dicho. Es el film de Bruckheimer con menos chistes y menos gracia que recuerdo en muchísimo tiempo. Si me vas a dar un entretenimiento disparatado no te lo tomes todo tan serio. El problema es del guión, que entre viaje y viaje temporal se cree más listo de lo que en realidad es. Tal vez debieron haber echado un vistazo a LOS CRONOCRIMENES para poder darle algo de emoción a la cosa, por que acabas sabiendo bastante bien como terminará todo.
Y Jake Gyllenhaal es un soso. No tiene nada de carisma para aguantar un film de éstas proporciones por muy hormonado que esté o muy cachas. Imagino que a la Arterton la ocurrirá tres cuartos de lo mismo si miramos el film desde el otro lado pero como no puedo dejar de mirarla a los ojos pues ese fallo me lo como.
Así pues bien, pero vaya. Entendible el pinchazo en USA de la cinta. No está mal, pero de Bruckheimer siempre uno se espera más.
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