Por José Luis Serrano García
Scott Pilgrim es un chico normal, guitarrista de un prometedor grupo de música que en una fiesta conoce a Ramona Flowers. Scott se enamora por completo de ella, pero para poder conquistarla tendrá que derrotar a ´La Liga de los Malvados Ex´, formada por los siete exnovios malvados de Ramona. ¿Alguien dijo que conquistar a la chica sería fácil?
Tras la sublime ZOMBIES PARTY y la grandísima ARMA FATAL esperaba el siguiente proyecto cinematográfico de Edgar Wright. Su siguiente proyecto, alejado de Simon Pegg y Nick Frost, ha sido adpatar un comic/Novela gráfica. Tras ver la película es inevitable pensar que Edgar Wright nació para dirigir la adaptación cinematográfica del cómic y viceversa.
El problema que puede encontrarse el film, a parte de que el estreno en el resto del mundo llegue pelín tarde, es que el público es muy reducido. No todos congeniarán con la propuesta, muy semejante a un videojuego de peleas de esos de máquinas recreativas de los 90. Lo más apropiado sería sacar el friki que hay en si mismo para poder disfrutarla.
Pero los que lo hagan y los que presten muchísima atención a la cantidad de detalles que pueblan el film y el cariño con el que los trata el director (Ojo al cameo de Thomas Jane), SCOTT PILGRIM CONTRA EL MUNDO les supondrá un soplo de aire fresco, algo distinto, algo nuevo, algo que no se parece en nada que hayamos visto antes.
Como ya sucedía en sus anteriores películas, el director puebla el film con muchos personajes que van siendo presentados uno a uno y que, de una manera u otra, tendrán su cierta relevancia a lo largo de la película. Si bien es cierto que se descuida un poco a los exnovios 5 y 6, los gemelos.
Momentos graciosos, reparto enchufado (geniales Michael Cera, Mary Elizabeth Winstead y el ex Superman Brandon Routh como el ex ecológico, simpáticos Chris Evans y Anna Kendrick)y efectos especiales usados con criterio. Directa al top 5 de lo que llevamos de año.
Por David Hidalgo Moreno
La nueva obra de Edgar Wright es, además de una de las mejores y más fieles adaptaciones comiqueras de la historia del cine (tan cercana a las viñetas que compite en meticulosidad con films como “300”, “Sin City” y “Watchmen”), un entretenidísimo y espectacular disparate. Así de claro, y dicho en el mejor de los sentidos: a medio entre camino entre frikada sin control y gran ejercicio cinematográfico (en el que reparto, fotografía, dirección, guión, banda sonora y montaje confluyen en perfecta armonía), “Scott Pilgrim VS The World” es una de esas cintas que, si bien no tiene por qué gozar del beneplácito del público mayoritario, se convierte en un gusto adquirido y en una película de culto.
Comedia romántica, videojuego de acción, musical rock… El cóctel de referencias que nos tiene preparada esta cinta es prácticamente ilimitado, y si a esto le sumamos un ritmo narrativo trepidante y una apabullante capacidad para sorprender a lo largo de todo su metraje (no hay batalla que se repita), nos queda, no solo un nerdgasm en toda regla (especialmente para todo aquel que haya leído la obra original de Brian Lee O’Malley), sino una cinta entretenidísima y realizada con muchísimo cariño y dedicación.
En gran medida, la película funciona gracias, no solo a su desquiciante y comiquero estilo visual (que traspasa las limitaciones de su formato para trascender por encima de éste), sino a un eficacísimo y calculado libreto (obra del propio Wright y Michael Bacall) que gradúa con sorprendente precisión todos sus elementos, géneros y personajes. Y hablando de personajes: la galería de principales y secundarios, pese a su cantidad, es excelente. Absolutamente todos están calcados de las viñetas, perfectamente interpretados, y dotados del suficiente carisma como para que recordemos sus nombres y personalidades al salir del cine, destacando, tanto en sus apariciones como en sus respectivas batallas, los Exnovios Siniestros Lucas Lee, Todd Ingram (el ovolácteovegetariano) y los Gemelos Katayanagi (que, sin articular palabra alguna, nos obsequian con la mejor batalla de la película).
En conjunto, es más arriesgada en su propuesta que “Kick Ass” (de hecho, mayor ha sido su fracaso en taquilla, de hecho, ya que su presupuesto fue más cuantioso, y su recaudación resultó algo menor), pero supera el riesgo con nota y es de visionado muy recomendable, sino directamente obligatorio. Si tuviera que achacarle algo, podría decir (y el espectador medio lo acusará) que su ritmo decae algo a media película. Pero, si tenéis ganas de algo distinto y menos visto, echadle un vistazo, y, si podéis y os quedáis con ganas de más, volved a verla: os aseguro que con un segundo visionado gana muchísimo.
Valoración: 8,5/10