Dave Robicheaux es un detective del estado de Louisiana parco en palabras. Está investigando la muerte de una chica brutalmente asesinada. Las pruebas e indicios le llevan hasta Elrod T. Sykes, una estrella de cine que casualmente se encuentra rodando en el lugar de los hechos. Elrod le confiesa que ha visto el cadáver de un hombre negro flotando en medio del pantano. El hallazgo trae a su recuerdos de un caso anterior, y Dave empieza a sospechar que los dos casos están en cierto modo interconectados.
Es una pena que una historia en plan cine clásico de los 60-70, llevada a cabo en la actualidad y con el desastre del Katrina bastante presente no termine de cuajar. Y una auténtica pena por ese todo terreno que es Tommy Lee Jones, que aquí se le nota un pelín de piloto automático probablemente porque el personaje no está todo lo desarrollado que él querría.
Desconozco si la novela de James Lee Burke en la que está basada tenía el defecto, pero lo cierto es que Bertrand Tavernier, director del asunto y de LA PEQUEÑA LOLA le mete un ritmo tan sumamente soporífero, tan sumamente pesado, que el bostezo es inevitable.
Para cuando la acción llega a su punto algido, el espectador espera que el asunto se acabe de una maldita vez, que quiere irse a cenar y a la cama, que lo que le suceda a Dave ya nos da igual.
Y tampoco es por que se entretenga en los bellos paisajes de Louisiana ni la música no acompañe, es que simplemente hay escenas, momentos en los que no sucede nada, no pasa nada. Nadie hace… nada que sea relevante con lo que está pasando. Y no hay mayor defecto en un film que ese. Si no fuera por eso, EN EL CENTRO DE LA TORMENTA sería recomendable.
Lo mejor : Que de mayor quiero ser como Tommy Lee Jones.
Lo peor : Que el resto aburre soberanamente.
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