Milton acaba de huir del infierno en busca de venganza. No parará hasta encontrar al hombre que mató a su hija y secuestró a su nieta. Con la ayuda de una excamarera de un bar de tres al cuarto se irá cargando uno por uno a los esbirros adoradores de Satán. Pero el mismísimo diablo ha enviado a su ‘conserje’ para recuperar a Milton…
Pues contra todo pronóstico ‘Furia Ciega’ ha resultado ser un entretenimiento más que saludable, pero entendería perfectamente que dijéseis que es una de las peores películas que habéis visto en vuestra vida. Si aceptáis el hecho de que vais a ver un homenaje a las películas de Serie B, tipo ‘Grindhouse’ os subiréis al coche de Nic dispuestos a divertiros durante una hora y media, aunque el guión ronde las veinte páginas y en la mitad estén dibujados los coches.
La gran baza de la cinta es el reparto, una serie de tipos duros escupiendo frases lapidarias/tópicas que al menos se esfuerzan en ofrecer espectáculo. Nic está ahí, para poner cara de malo y no hacer excesos, y con eso nos vale. Fichtner sabe que tiene el papel más agradecido del film y con sus movimientos y cara de incansable perseguidor de Michael Scofield hace que nos pongamos de su parte enseguida. Luego está la chica, dura como ella sola y peleona, ¡no necesitamos saber nada más! igual que de David Morse o Billy Burke (en una actuación completamente fumada).
Si nos paramos a pensar en lo que está sucediendo, en los socavones de guión que hay en el asunto, habremos metido la pata de una manera brutal. Lussier, conocedor de ello y tras haber rodado ‘Un San Valentin Sangriento’ 3D mete todos los efectos especiales posibles en el asunto, de los cuales más de uno parece de videojuego y más de uno quizás de vergüenza ajena.
Pero si os ceñís al espectáculo, Furia Ciega os divertirá por exagerada que resulta (ojo al momento Cage + pistola + botella de whisky + fulana), con un reparto divertido y una dirección minimamente competente.
Lo Mejor: Ciertos aspectos e ideas chulas.
Lo Peor: Los socavones en el guión.
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