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‘Templario’:Querer quiero…pero no puedo

Templario Interior

Inglaterra, principios del siglo XIII. Tras una dura negociación, el Rey Juan de Inglaterra, se ve obligado a firmar ciertas peticiones de los señores feudales que pretenden poner límites al uso despótico del poder por parte del Rey. El documento resultante es la Carta Magna. Un hecho insólito para un rey medieval, que veía cómo aquellos a quienes gobernaba y que debían serle fieles, le arrancaban sus prerrogativas reales. Sin embargo, cuando hubo reunido un fuerte ejército, el rey Juan se negó a cumplir el acuerdo y se dispuso a eliminar a todos los que habían firmado la Carta Magna, poniendo a Inglaterra al borde de una guerra civil: la Primera Guerra de los Barones (1215-1217). Juan decidió castigar a aquellos que lo humillaron, entre ellos un grupo de caballeros templarios atrincherados en el castillo de Rochester, que lucharán para resistir el asedio de las tropas reales.

Creo firmemente que ‘Templario’ adolece de dos defectos primordiales. El primero se llama Jonathan English, su director, y el segundo es la falta de presupuesto.

Me explico: ‘Templario’ tiene la posibilidad de contarnos una historia la mar de interesante protagonizada por una serie de actores que, a pesar de mantener modo off en algunos casos (James Purefoy, porque su personaje es un serio de narices), son capaces de mantener el interés del público. Porque Paul Giamatti resulta interesante haciendo de rey,de loco,o de cualquier chorrada que le de la gana hacer. Igual que Brian Cox.

Pero a la hora de las escenas de acción, todo resulta barullado y revoltoso. Vemos gente dándose de palos sin saber quien va ganando, quiénes son los buenos o quienes son los malos y la cámara se mueve de un lado a otro sin que nos enteremos de nada. Encima, el director es incapaz de tapar las deficiencias de presupuesto haciendo algún plano corto o…no sé, simplemente no filmándolo como lo estaba filmando.

Con 50 millones más, un director competente (no hablo de Snyder ni de uno de primera división, digo Competente) el resultado habría sido bastante más épico y victorioso que el que se nos muestra en pantalla.

Es pasable y puede entretener, gracias a algún momento chulo del guión (‘¡Eres igual de Rey que el forúnculo de mi culo!’) pero aquí había material para hacer algo más importante.Pena de montaje y escenas de acción. Aquí había material para sacar, al menos, una buena peli de verano. En cambio, nos quedamos con una épica de serie B.

Lo Mejor: Que a ratos parece que va a despegar y ofrecer un espectáculo memorable.

Lo Peor: Que nunca lo consigue realmente.

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