Tras huir de Estados Unidos, el legendario forajido Butch Cassidy murió en Bolivia en 1908, tiroteado junto a su amigo Sundance Kid. Esto es lo se nos ha contado siempre como versión oficial. En Blackthorn (Sin destino) vemos que la realidad es que Cassidy ha pasado veinte años escondido y ahora quiere regresar a casa. Justo en ese momento se cruza en su camino un joven ingeniero español que acaba de robar la mina en la que trabajaba y perteneciente al empresario más importante de Bolivia.
Mateo Gil no ha cesado de trabajar, escribiendo guiones como los de Mar Adentro, Ágora o El método….aún así han pasado doce años desde la primera ocasión en que Gil se pusiera detrás de las cámaras para rodar su primera película, la inigualable ‘Nadie conoce a Nadie’.
Con Bolivia tomo telón de fondo Gil logra inducirnos a través de ‘Blackthorn(Sin destino)’ en un viaje muy personal, respetuoso y altamente intimo sobre la leyenda del bandido Butch Cassidy.
Puede que no sea una gran producción de nominación a oscar pero sin duda, resulta un homenaje al western en todos los sentidos que recuerda a títulos como ‘Appaloosa’.
Tanto personajes como diálogos están increíblemente bien desarrollados y escritos.Un magnífico guión y una buena historia que en más de una ocasión sorprende.
Las bellísimas imágenes del filme, los paisajes polvorientos de una belleza agresiva y extraordinaria nos trasladan a un ya olvidado oeste.
Lo mejor: La buena música acompasada perfectamente con cada una de las escenas y la increíble fotografía que corre a cargo de Juan Ruiz Anchía.
Lo peor:El ritmo,irregular.