Annie es una treintañera soltera que acaba de quedarse en el paro por culpa de la crisis. Su vida sentimental es un desastre y Lilliam, su mejor amiga, no va a ayudarla precisamente pidiéndola que sea su dama de honor. Aunque nunca ha ejercido esa función, la pobre se esfuerza por dárselas de snob en la fiesta anterior a la boda. Mientras tanto, otra amiga de Lillian hará todo lo posible por arrebatarle el papel a la inexperta Annie.
¡Sorpresa para todos los hombres que no aguantan ‘Sexo en Nueva York’! Una película del mismo estilo que la mencionada pero con personajes carismáticos y bastante realistas en donde la protagonista principal resulta ser un torbellino que arrasa el film.
Kristen Wiig es la razón de ser de la cinta. Sin ser solo una cara bonita es increíble la capacidad para mantener al espectador pegado a la butaca (me refiero por ejemplo a la escena en la que le demuestra al policía que no está borracha, ¡se come la pantalla!). Es todo un descubrimiento para quien les escribe, que no la conocía de nada.
A su lado tenemos a la rarita, a la pijolera malvada (fenomenal Rose Byrne), a la casada y a la recién casada que también dan bastante juego. Quizás estas dos últimas quedan un pelín olvidadas en el desarrollo de la cinta… o tal vez eclipsadas por el personaje principal.
El problema principal de la cinta es la predecibilidad. Sabes como va a seguir, como va a continuar, qué va a suceder… pero estamos ante un caso en el que se la puede hasta perdonar.
Es algo así como ‘Resacón en las Vegas’ pero con chicas y no tan desmadrada. Tampoco se si es realmente para tanto, para ese éxito de taquilla en USA o, como ha sido un veranito muy flojo en los United States ha merecido el éxito.
Ojito con la escena de justo después del final… ¡no os la perdáis!
Lo Mejor: Kristen Wiig comiéndose la pantalla.
Lo Peor: Que te la sabes entera.