El Declive del Cine de Acción de los 80

Ya no los hacen como los de antes.

Cuando hablamos del cine de acción, por supuesto hablamos del apogeo que surgió el género durante los años 80. Era la época de los cachas, de los héroes capaces de recibir balazos como quien recibe escupitajos. Cuando los guionistas nos regalaban frases del estilo de “No tengo tiempo para sangrar” (en ‘Depredador’), “Volveré” (en ‘Terminator’) o “¡Matar o morir!… y Rambo era el mejor”.

Cuando hablamos de cine de acción… a ver, hablamos de ésto:

Los cachas por excelencia eran 6: Sylvester Stallone, Bruce Willis, Arnold Swarzenegger, Mel Gibson, Jean-Claude Van-Damme y Steven Seagal. Bebedores del cine de Clint Eastwood en ‘Harry el Sucio’, de las películas de vaqueros de John Wayne. Eran duros, eran fuertes y encima lo sabían.

Stallone se volvió famoso por su personaje de boxeador Rocky, al que dio paso su guerrillero John Rambo en ‘Acorralado’. Un hombre atormentado por la guerra y mortal hasta decir basta. Swarzenegger era de los de hablar poco y actuar. Haciendo de robot del futuro dispuesto a cargarse al personal su ‘Terminator’ batió récord de taquilla. A eso le sumaron films como ‘Commando’, ‘Danko:Color Rojo’, la mencionada ‘Depredador’ o ‘Desafío Total’. Willis era el héroe humano, ese tipo metido en el sitio equivocado pero en el momento más
inoportuno. Es de obligado cumplimiento citar a McLane y ‘Jungla de Cristal’, referente en el género. La brillante puesta en escena de John McTiernan hizo que elevase al máximo la espectacularidad de ‘El Coloso en llamas’. Van-Damme era el de las patadas, capaz de sacudir y sacudir hasta decir basta. ‘Blanco Humano’, que supuso el desembarco de John Woo en Hollywood es un claro ejemplo. Seagal era el de la coleta, el cocinero que resultaba ser un exmarine en ‘Alerta Máxima’. Gibson era el loco, el suicida de ‘Arma Letal’. Todos brillaron a finales de los ochenta, principios de los noventa. Mandaban en taquilla.

«¿Cómo llego a la casa de campo?»

Los años 90 dan paso a otro estilo de cine de acción. Se pueden diferenciar claramente dos vertientes. La primera es la conservadora, esa que sigue pensando que el cine de acción de los 80 era insuperable. Ahí nos encontramos referentes claros como ‘Le llaman Bodhi’, ‘Ronin’, ‘Máximo Riesgo’, ‘El último Boy Scout’ (McLane versión 2.0 con Willis), ‘Mentiras Arriesgadas’ (entretenidísima cinta de Swarzenegger con James Cameron), ‘Heat’ (de Michael Mann, con el duelo Pacino / DeNiro) ‘Asesinos’ o las secuelas de las franquicias que triunfaron en la década anterior como ‘Jungla de Cristal: La Venganza’ o ‘Arma Letal 3’. Ésta década nos siguió brindando algunas joyas como ‘Cara a Cara’ de John Woo o ‘Negociador’ de Gary Gray.

La segunda vertiente rinde más a un espectáculo y aquí hay que citar al amigo Jerry Bruckheimer. Sin la asociación Bruckheimer / Don Simpson no se podría entender el cine de acción de los 90. Su primera incursión, ‘Top Gun’, fue un éxito rotundo al que siguió la que podríamos titular “La Trilogía Palomitera”: la mitiquísima ‘La Roca’, la alocada ‘Con Air’ y la frenética ’60 Segundos’. Añadamos a Michael Bay como referente a tener en cuenta con sus dos ‘Dos policías rebeldes’.

«Lo que hay que hacer para echarse un piti con la nueva ley…»

El punto de inflexión lo marcan, en 1999, los hermanos Wachovski con ‘Matrix’. Lo queramos o no ‘Matrix’ (a pesar de ser un film puramente de ciencia ficción) cambia el estilo de las películas de acción. Dentro de su marco futurista, los Wachovski crearon escenas de acción increíbles con tiroteos en donde veíamos a tipos esquivar balas, andar por paredes, peleas coreografiadas a velocidad de vértigo…

Los productores vieron un nuevo filón en esta manera de cine de acción que intentaron explotar al máximo, a veces de manera justificada (la explosión de ‘Operación Swordfish’) y otras sin venir a cuento (la bala de ‘El arte de la guerra’). ‘Matrix’ es el punto de inflexión, a partir de aquí el cine de acción, que empezaba a dar síntomas de malestar, comienza una caída en picado.

«¿Que van a hacer un remake? ¿Y lo protagoniza Taylor Lautner? ¡NO!»

¿Quién es el culpable de esto? ¿El espectador? ¿Los directores? ¿Los guionistas?

La culpa es de todos.

 

El espectador pidió más y más durante la época dorada sin darse cuenta de que el producto se estaba devaluando de manera alarmante. Que los mínimos atisbos de originalidad (‘A Todo Gas’, ‘XXX’) eran premiados con una desmesurada taquilla, y así luego les fue a las secuelas (los números de ‘XXX2’ no mienten).

Los directores buscan el más difícil todavía con efectos especiales imposibles y escenas de acción que nos dejen boquiabiertos (Leterrier en ‘Transporter 2’ desafiaba todo tipo de las leyes de la gravedad) de ahí que, de un tiempo a esta parte no haya tipos consagrados en este género. De que artesanos o directores de renombre no se atrevan a meterse en estos berenjenales (¿Dónde ha quedado la época en la que incluso Brian de Palma se metía a hacer Mission Impossible?).

Y ni que decir de los guionistas, enfrascados en el modelo bueno + malo + chica plumero a los que les pasan mil y una aventura con diálogos poco currados e historias inconexas.

El cine de acción que nos viene estará protagonizado por Statham, Diesel, ‘The Rock’… herederos de una época de gloria en el cine de acción. Diesel y ‘The Rock’ estarán en una nueva entrega de ‘A Todo Gas’, donde su quinta entrega fue una grata sorpresa en un género devaluado. Pero seamos justos, una película como ‘A Todo Gas 5’ en los años 80 hubiera pasado sin pena ni gloria por la cartelera en comparación con otros grandes éxitos.

Poco que salvar en los últimos años. Quizás la revisión del personaje de James Bond en ‘Casino Royale’ sea de las pocas joyas que nos podemos encontrar, además de la trilogía de Jason Bourne (y si me permitís escoger una, me quedo con ‘El Mito de Bourne’). Escenas de acción con un enfoque más realista. El director cree que eso sucede en la realidad y lo filma de tal manera que resulta hasta verosímil.

Los amantes del género esperan impacientes ‘Asesinos de Elite’ en donde Statham & Owen se darán hasta en el carné de identidad con un Robert DeNiro recuperado para la causa.

Y es que en el fondo, el espectador no ha perdido la fe en que sus héroes de antaño vuelvan dando guerra. Mi fe ciega en McLane hace que, tal vez, no pueda ver los defectos de la cuarta entrega de Jungla de Cristal (Que, os pongáis como os pongáis, era un buen homenaje a la saga con increíbles escenas de acción y fantasmadas que paraban en el momento justo… si, vale, con un villano de risa). Y nos espera la quinta.

Un ejemplo claro son ‘Los Mercenarios’ de Stallone. Una película vendida a bombo y platillo como la gran reunión de todos los cachas que acabó siendo bastante descafeinada. Al espectador le hizo ilusión ver como Swarzenneger, Willis & Stallone compartían juntos unos minutillos. Ahí estaban: Terminator, McLane y Rambo en una iglesia viendo quien era más duro y molón de los tres. Y es una pena que del film solo se recuerde eso, que las escenas de acción no estén a la altura, que nos importase un pepino la historia del villano y su hija. Una lástima. Un quiero y no puedo. Pero como dio dinero, la secuela aguarda y como buenos espectadores, no perderemos la esperanza. Quizás ‘Los Mercenarios 2’ sea la película de que reviva al género de acción.

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