Home > Estrenos > Críticas > ‘Jhonny English Returns’:Mr.Bean se pone el smoking

‘Jhonny English Returns’:Mr.Bean se pone el smoking

Johnny English returns

Johnny English, el mejor espía del MI7 (Rowan Atkinson) parece haber desaparecido de la faz de la Tierra pero, en realidad, ha estado perfeccionado sus extraordinarias habilidades en una lejana región de Oriente. Cuando sus jefes se enteran de que alguien planea un atentado contra el primer ministro chino, no les queda más remedio que localizar al poco ortodoxo agente, que ahora tendrá la posibilidad de redimirse y utilizar lo último en tecnología punta para desenredar una complicada conspiración que implica al KGB, a la CIA e incluso al MI7.

A estas alturas de su carrera, para cualquier alma espabilada es evidente que Rwan Atkinson es un genio de la Comedia física. Mr Bean o La víbora negra perdurarán como personajes inolvidables que ,aparte de ser tremendamente ácidos e inteligentes,brindaron a la audiencia ingentes cantidades de carcajadas.

Con semejantes antecedentes superarse a sí mismo es muy difícil, y Atkinson lleva años decidido a no intentarlo,embarcado en el cómodo negocio del actor encasillado que saca partido a dos personajes irrepetibles.

‘Jhonny English’ se dedicó a mofarse de la Saga de James Bond, trayéndonos al Agente más torpe del Mi7,cuyos potencialmente catastróficos desmanes se veían mitigados por una considerable cantidad de suerte. La primera cinta de este caricaturesco agente cuadruplicó su presupuesto,con lo que la secuela, (tardía,en este caso) llegaría tarde o temprano.

‘Jhonny English returns’ repite fórmula,pero baja un par de puntos respecto a la primera parte perdiendo frescura, y solo funciona cuando Atkinson hace lo que mejor sabe hacer : de Mr Bean.

La trama plagada de tópicos y los personajes que rodean a English no aportan nada, y todo se ve venir a kilómetros. Aparcando las neuronas, el espectador se centra en las tribulaciones de English y su comparsa (de nuevo un Agente joven bastante más listo que su instructor),envueltos en una conspiración del copón.

El divertido arranque en el Monasterio sirve de punto de partida a una generosa dosis de gags llenos de altibajos, con momentazos como el protagonizado por English en el baño de caballeros o los (descacharrantes) equívocos con la curiosa ‘femme fatale’ que le persigue durante todo el metraje.

Los cien minutos pasan volando entre carcajadas y risas de corto calado. En cuanto acaba se nos olvida todo salvo Rowan Atkinson, el eterno Mr. Bean que,ésta vez,se pone el Smoking.

Lo mejor : Rowan Atkinson.

Lo peor : Más allá del dinero no hay justificación posible para esta Secuela.

Comentarios

Deja un comentario