Había una vez, dos niñas que vivían en una casa… su padre había decidido dejar su adinerado trabajo para pasar más rato con las niñas y su mujer. Pero la nueva casa no es como parece ser, y pronto comienzan a suceder fenómenos extraños que traerán al de cabeza al padre.
Muy curioso que éste film, con un buen reparto (que ojo, dan la cara en todo momento, con tres actores que al menos se implicaron en el proyecto o lo intentaron), un director competente y una idea que puede resultar llamativa, acabe haciendo aguas por los cuatro costados (y es una pena).
Todas esas buenas intenciones que abarca se desvanecen en el momento en que el culpable decide terminar el film de semejante manera (todo el espectáculo, bastante decente de intriga anterior se desvanece en el momento en el que todo tiene que tener un sentido).
Y digo «culpable» genérico debido a los problemas que ha venido arrastrando el film (El director ha renegado de ella, prefería durante el rodaje que los actores improvisaran viendo que el guión no le gustaba). Puede que los productores hayan metido la pata, o que Sheridan perdiese el norte, o que el guionista se quedara sin ideas… no sé. Realmente lo que si se es que el resultado estaba bien encaminado (la primera parte del film atrae al espectador) pero luego todo se derrumba como un castillo de naipes que da lugar a un momento realmente vergonzoso con fuego de por medio. Y quienes la veáis entenderéis cual digo.
Lo Mejor: El arranque y la intriga inicial.
Lo Peor: Ese final. Vaya final.