El Rey Hyperión (Mickey Rourke) no perdona a los dioses que no impidieran la muerte de su esposa. Decidido a liberar a los titanes destruye todo lo que encuentra a su paso en su búsqueda por el único arma que puede ayudarle en su propósito: El arco Epiro. Teseo (Henry Cavill) encarna la esperanza de los hombres. Solo este campesino entrenado por el mismo Zeus podría frenar las intenciones de Hyperión.
La mitología se posiciona como género cinematográfico con un gran número de adeptos. ‘Inmortals’ se encuentra dentro de esta categoría donde la trama principal gira en torno a la figura del héroe mesiánico. Como en tantos otros títulos, el protagonista, siempre nacido en una familia pobre, en este caso fruto de una violación, cuenta con el apoyo de Dios, su mentor, para derrotar al ejercito de Hyperión y devolverle la libertad a su pueblo y a los hombres.
No esperen ver ‘300’. Gianni Nunnari y Mark Canton son los productores de ambas películas. En esta ocasión han contado con el realizador indio Tarsem Singh, quien ha tratado de conseguir una fotografía similar quedándose en un intento vano.
Diálogos insulsos, un Mickey Rourke desaprovechado, subtramas previsibles y poca sangre. “Presencia el infierno” dice el rey Hyperión mientras degolla a la madre de Teseo ante sus propios ojos. Es en este momento cuando se forjará en el interior del protagonista la necesidad de movilizar a su pueblo. Un ladrón, una bella mujer y un monje serán los acompañantes de Teseo en sus hazañas. Hazañas que, sinceramente, no se muestran como tal en la película. Más bien parecen batallitas de dos minutos para conquistar a la guapa de turno.
Los combates, a excepción de la escena final, te dejan con mal sabor de boca. Cortos, abruptos, como la historia de amor entre Teseo y el Oráculo. Se conocen en una escena y en la siguiente ya están en el catre. La mitología se presta a ahondar en los sentimientos de los personajes cosa que brilla por su ausencia en la película.
Todo se prevé con facilidad. Da la sensación de que Tarsem Singh ha dado por hecho que el espectador conoce la historia. En consecuencia solo da pinceladas superficiales sin profundizar en los hechos que nos muestra.
Película dirigida claramente al género masculino. Podrán disfrutar del primer plano del trasero de una bella dama y del típico discurso motivacional digno de Mourinho o Guardiola, con una batalla final característica del género épico. Si tienen que acompañar obligatoriamente a su pareja disfrutarán al menos de torsos masculinos.
Lo mejor: La guerra se desata y titanes y dioses deben luchar. Gran escena.
Lo peor: Un Mickey Rourke sombrío. Su papel coprotagonista podría haber destacado más si no fuera por el guión insustancial de la cinta.