Cine y literatura. Primos hermanos que dicen algunos. Hemos visto representadas infinidad de obras literarias en una sala de cine e, incluso, se acusa a ciertos escritores de crear libros con la idea preconcebida de que en un futuro sea llevado a la gran pantalla. La literatura ha sido una gran fuente de inspiración para cineastas, creadores y empresarios de la recaudación y la taquilla.
Una película no solo tiene que cumplir la función de entretener al espectador. Al menos no el cine como yo lo concibo. También debe emocionar y enseñar. A lo largo de la historia dictadores lo han utilizado como arma de propaganda y, aún hoy en día, maestros como herramienta para el aprendizaje de sus pupilos. A través del cine podemos conocer qué ocurrió antes de que tuvieramos uso de razón o allí donde nuestra vista no alcanza, así como descubrir grandes personalidades.
Son muchas las mujeres, grandes mujeres, atormentadas en su interior, almas de poeta, que han superado la fama de sus propias obras siendo ellas el objeto de interés por parte del espectador. El cine ha recogido los amores, dolores, amistades peligrosas o turbulencias de la vida de muchas de ellas. Algunos títulos muy aclamados por los críticos y con un palmarés de premios interesante.
Compartimos cinco secuencias de algunas de ellas. Y vosotros, ¿Con qué escritoras de cine os quedáis?
Las horas (2002)
Virginia Woolf escribe ‘Mrs. Dalloway’ mientras su marido, Leonard, trata de luchar contra su locura. ‘No creo que dos personas pudieran ser más felices que lo que hemos sido tú y yo`.
Sylvia (2003)
Gwyneth Paltrow encarna a la escritora Sylvia Plath. ¿Qué fue antes el huevo o la gallina? ¿Las infidelidades la enloquecieron o su locura provocó el desliz?
Henry y June (1990)
Anaïs Nin cansada de su aburrido marido y de su insustancial vida decide entrar en los juegos de cama del escritor Henri Miller y su mujer June. Estas vivencias la harán escribir relatos ciertamente eróticos publicados en forma de diario.
Iris (2001)
La filósofa y novelista Iris Murdoch vivió uno de esos amores intensos, casi irreales, ficticios. Junto con su marido John Bayley demostró que, realmente, el amor lo puede todo.
La joven Jane Austen (2007)
Si te sientes una Emma Bovary de la literatura es porque conoces bien de cerca a Jane Austen. Antes de convertirse en una escritora de renombre su vida se vio marcada por una relación amorosa con el irlandés Tom Lefroy. Quizá, sin esta historia, el drama inglés habría podido sufrir una gran pérdida. ‘Qué valor puede tener la vida si no estamos juntos’.
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