El Agente K desaparece del continuo espacio tiempo al ser asesinado por un alienígena que vuelve al pasado. Para evitarlo, el Agente J viajará a los años 60, encontrándose con un joven J y un montón de respuestas a preguntas no respondidas.
Tanto crítica como público miraba con mucho recelo la vuelta de los hombres de negro a la gran pantalla. Primero por los diez años trascurridos desde la última aventura (lo que sonaba a vivir de las rentas) y segundo, por la escasa calidad de la enorme (pero vacía) segunda entrega.
Las expectativas (aun siendo bajas) son sobrepasadas, ya que la cinta de Barry Sonnenfeld supera con creces a la anterior y es todo un soplo de aire fresco dentro del cada vez más desafinado fantástico made in usa, manteniendo intacta la mala leche y la capacidad de reírse de sí misma de la primera entrega.
¿A quienes les debemos las buenas noticias? Hay dos responsables directos del funcionamiento de la película :el excelente Josh Brolin, que transforma la desgana de Tommy Lee Jones para el viejo Agente K en una gran interpretación de su yo pasado, pasándoselo en grande junto a Will Smith en el proceso.
Y Etan Cohen que, separado de su hermano Joel sigue demostrando su capacidad para convertir cualquier libreto, por inane que sea, en oro.
Cohen articula para ‘Men in Black III’ un guión directo y divertido, con el dibujo justo de personajes, fiel al espíritu de la franquicia, cuidando las pinceladas para no caer en la brocha gorda y centrando la historia en lo más importante : la relación entre K y su discípulo J.
Cohen aprovecha la química entre Smith y Brolin, y su periplo por los 60 está lleno de grandes y divertidos momentos, además de enlazar ( como ya vimos, por ejemplo en ‘X-Men : Primera Generación’) un gran acontecimiento de la historia americana con las peripecias de los dos Agentes.
Anda por ahí, además, la siempre correcta Emma Thompson, que explota su vis cómica como nueva Jefa de los MIB y añade un momentazo inolvidable durante el funeral del Agente Z.
La hora y tres cuartos de película saben a poco y pasan en un suspiro.
Al finalizar comprobamos que por fin hemos presenciado la verdadera secuela tardía de ‘Men in Black’, tras el monumental error de hace una década.
Los Hombres de Negro están muy vivos pero, si esto es una despedida, al menos es la que K, J y los espectadores, merecemos.
Lo mejor: La química entre Will Smith y Josh Brolin.
Lo peor: Ver a un actorazo como Tommy Lee Jones tan pasota.