En París, la ciudad del amor, tiene lugar esta comedia en la que se mezclan historias amorosas particulares y diferentes entre sí. Los protagonistas aprenderán y reflexionarán con un toque de humor sobre la relación entre el amor y el sexo.
Emanuel Mouret se inspira en la historia de un músico que pensaba que cada historia de amor tenía una melodía especial. Habla del amor en la ciudad de París con la que siempre identificamos este sentimiento. A partir de ahí nos presenta a los protagonistas con distintos conflictos que a veces, se cruzan pero no terminan de unirse.
Los personajes dialogan y reflexionan sobres sus emociones y el deseo sexual a través de un humor sarcástico y una actitud demasiado fría o amoral. Presenta la realidad en el amor y las dificultades que tenemos de relacionarnos. Por eso el espectador se puede sentir inidentificado en cada unas de las historias y en los perfiles de los que la componen. El miedo, la pérdida de libertad o la infidelidad quedan reflejados en los profundos diálogos que a veces, son difíciles de seguir o demasiado previsibles.
Quizá la historia carece de tensión o emoción por lo que va a ocurrir y las historias son pinceladas porque no se llega a profundizar en ninguna pero por otro lado la interpretación de los personajes es lo que la salva.
Lo mejor: La música y los actores.
Lo peor: La falta de unidad de las diferentes historias.