La MS1 es una prisión experimental de máxima seguridad en el espacio. Yace orbitando a 50 millas de la Tierra, donde los 500 criminales más peligrosos se encuentran retenidos en un estado de letargo inducido. A la cabeza de una misión humanitaria, la hija del presidente de los Estados Unidos, Emilie Warnock llega a bordo de la prisión justo antes del estallido de un motín. Emilie y los trabajadores de la MS1 son tomados como rehenes por los violentos internos. El presidente Warnock decide enviar al agente Snow con la única misión de salvar a Emilie a toda costa. Snow es un convicto encerrado por conspiración y espionaje contra los Estados Unidos.
Y aunque sea un batiburrillo de películas que quizás nos suene haber visto ya (‘Fortaleza Infernal’ + ‘Con Air’ + ‘Armageddon’ por ejemplo), que no profundice absolutamente nada en los personajes (¡pero si hasta sale Peter Stormare!…¡¡Peter Stormare!!) que se nos presentan y que tenga un guión más simple que el mecanismo de un botijo, lo cierto es que ‘MS1: Máxima Seguridad’ a mí me ha engañado y la voy a salvar de la quema.
Me ha pillado de buenas y me ha dado justamente lo que necesitaba ver. Necesitaba un film que no me hiciese pensar lo más mínimo, ¿Una prisión espacial? ¿locos de remate? ¿Guy Pearce a modo Cowboy en el espacio? ¡Pues vamos a verla! Y eso es exactamente lo que da.
Es otro producto más de Luc Besson (uno de los 700 guiones que escribe al año) con el suficiente presupuesto como para considerarse un producto de serie B (algún plano muy cogido por los pelos) pero sobre todo con un Guy Pearce a modo de estrella de acción, de esos de los de «me importa un pimiento, voy a salvar el culo sí o sí» y oye, con el suficiente carisma como para conquistar el corazón de quien les escribe.
Si os parece horrible, absurdo, aburrido, que tira de fórmula, que te la sabes enterita… que queréis que os diga. A mi se me pasó en un suspiro y como me entretuvo lo suficiente como para borrarlo casi al cuarto de hora de mi cabeza pues la doy el pase. MS1 no busca nada más. No busca permanecer en tu retina para siempre, no busca una espectacularidad que no puede dar simplemente por el hecho de no tener dinero para dártelo (algo que, por ejemplo, sí que tiene ‘Transformers’). No, solo busca aislarte del mundo exterior durante apenas noventa minutos. Y lo consigue.
Y a otra cosa, mariposa.
Lo Mejor: Guy Pearce, a modo Cowboy espacial.
Lo Peor: Que el espectador busque una profundidad que no tiene, ni quiere tener.