‘The Amazing Spiderman’: Artificial y (lo peor de todo) aburrida

Peter Parker es un estudiante de secundaria que fue abandonado por sus padres cuando era niño, dejándolo a cargo de su tío Ben y su tía May. Como la mayoría de los adolescentes de su edad, Peter trata de averiguar quién es y qué quiere llegar a ser. También está encontrando su camino con su primer amor de secundaria, Gwen Stacy, y juntos luchan por su amor con compromiso. Cuando Peter descubre un misterioso maletín que perteneció a su padre, comienza la búsqueda para entender la desaparición de sus padres, una búsqueda que le lleva directamente a Oscorp, el laboratorio del Doctor Curt Connors, ex-compañero de trabajo de su padre. Mientras se encuentra en plena colisión con el alter-ego de Connors, el Lagarto, Peter hará elecciones que alterarán sus opciones para usar sus poderes y darán forma a un destino que le convertirá en un héroe.

Sin ser un ferviente defensor del trabajo realizado por Sam Raimi en la anterior trilogía, he de confesar que me he llevado un chasco considerable con la revisión de la historia del trepamuros. Más allá de las lincencias que se puedan tomar respecto a la historia tanto el nuevo director Webb como Raimi, hay muchísimos problemas que me vienen a la cabeza tras visionar ‘The Amazing Spiderman’.

Y el primer punto es, sin duda, la existencia de ese film llamado ‘Batman Begins’ al que todos intentan emular. O los guionistas o Webb no se dan cuenta de que Peter Parker no es Bruce Wayne, Spiderman no es Batman y en donde uno da para una visión más amena y graciosa el otro es todo oscuridad. Aquí no. En ‘The Amazing Spiderman’ todo es muy serio. No hay tiempo para el chiste.

Webb quiere que tomemos al superhéroe en serio y aunque Garfield es muchísimo mejor Spiderman que lo era el cara pan de Tobey Maguire, la sucesión de escenas, la transformación, el desarrollo de los personajes… parece que Spiderman es Batman cuando en ningún momento lo debe ser. Spiderman se convierte en un justiciero más bien poco compasivo que se enfrentará a El Lagarto, su rival final en el film.

Y otra vez nos damos cuenta del enorme fallo que comete la cinta. Sus escenas entre personajes son muchísimo mejores que los billones de fotogramas por segundo de las escenas de acción y supuesto clímax final que tiene la cinta. Los efectos especiales sobrecargan la narración hasta hacerla cansina y a la hora y cuarto de película yo ya había mirado tres veces el reloj. ¡No me hagas un film del trepamuros aburrido Webb!

Me esperaba un ‘The Amazing Spiderman’ más cercano a ‘Iron Man’ (por contexto, por liga…) y me he llevado una decepción gorda. Espero que todo se arregle en las consecuentes secuelas.

Lo Mejor: Andrew Garfield muy por encima de la película.
Lo Peor: Que aburre.

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