Uno de los primeros pases se produjo en diciembre de 1895 en un café de París, considerado el nacimiento oficial del cine. Gracias a la invención de los hermanos Lumiere, que consiguieron una cámara que también era proyector cinematográfico y que funcionaba mediante el uso de una manivela.
Pero al igual que sucedió con anterioridad, los avances en el cine se produjeron en varios lugares a la vez. Así, en Alemania, ese mismo año, Max Skiadanowsky celebró una proyección pública utilizando un “artilugio” de su invención, más voluminosa y compleja, ya que requería de dos películas a la vez.
En cuanto a las temáticas y las formas de grabar cine, los Lumiere solían trabajar en escenarios en exteriores, como jardines, plazas, lugares pintorescos, etc. inmortalizando escenas cotidianas, acontecimientos señalados (festividades, por ejemplo) dándole cierta estructura narrativa. En 1895 graban “El regador regado” dando lugar a la primera comedia de la que se tiene referencia.
Mientras tanto, Edison también salía a la calle y contaba historias cotidianas protagonizadas por personas anónimas.
Como la gente se acostumbró rápidamente a las escenas cotidianas, los hermanos Lumiere cambiaron de registro y se dedicaron a enviar a operadores de cámara a lugares exóticos con los que tuvieron bastante éxito. Sin embargo, no creían de manera firme que el cine pudiese convertirse en una fuente de negocio estable, así que poco a poco su producción fue disminuyendo hasta que en 1905 desaparecieron de la escena cinematográfica dejando paso a otros cineastas.