Nos situamos en un pequeño pueblecito de Galicia, en Arga, en el año 1910. Una maldición cae sobre la malvada marquesa de Mariño: al cumplir los diez años, su hijo se convertirá en un hombre-lobo. Cien años después, Tomás, un escritor fracasado que es el último descendiente varón de los Mariño, regresa al pueblo convencido de que van a nombrarlo hijo adoptivo de Arga.
Aquí, no es como en los pueblos. Y partiendo de esa base, de un presupuesto muy ajustado que permite los lujos contados y suficientes para no caer en el ridículo y ser un más que honroso producto de serie B. ‘Lobos de Arga’ es una de las películas españolas de la temporada.
Hacer una película así, con este dinero y este humor tiene un valor incalculable. Es un film muy divertido, con un humor muy surrealista que gustará a los fans del género (no en vano triunfó en Sitges).
Partiendo de su propio guión, Juan Martínez Moreno desarrolla la historia donde tarda, quizás un pelín, en meterse en materia. A destacar ese inicio a modo de cómic.
Y rodeado de especialistas en el humor. Nada vamos a descubrir que no sepamos de Gorka Otxoa, Carlos Areces o Secun de la Rosa. Pero ojo, redescubriremos por enésima vez a él. A uno de los más grandes. A Pazos. A Manuel Manquiña.
Si no pongo el video creo que exploto. Manquiña tiene un don para crear un personaje irreal y conseguir que sea palpable, que me lo crea por muy descabellado que sea. Es ese actor al que recurrir para lograr meterte al público en el bolsillo y, que queréis que os diga, algún día alguien se dará cuenta de lo desaprovechado que ha estado siempre.
Y no es un film que, quizás retengas en la memoria, pero será un film de esos que guardes con una sonrisa en la cara. Puesto que pasarás un buen rato asegurado.
Lo Mejor: Que no estafa, entretiene de lo lindo y la diversión está asegurada.
Lo Peor: Que pase inadvertida.