El magnate Robert Miller (Richard Gere), retrato perfecto del éxito tanto profesional como familiar, aparece siempre acompañado por su fiel esposa (Susan Sarandon) y por su hija y heredera (Brit Marling). Pero, en realidad, Miller está con el agua al cuello: necesita urgentemente vender todo su imperio a un gran banco antes de que se descubra que ha cometido un fraude. Además, a espaldas de su mujer y de su hija, tiene un romance con una marchante de arte francesa (Laetitia Casta). Cuando está a punto de deshacerse de su problemático imperio, un inesperado error lo obliga a enfrentarse con su pasado y con su doble moral.
La situación de crisis económica y los entramados, fraudes y especulación que hay detrás de ella son hoy, uno de los temas más recurrentes para algunos directores de cine. `El Fraude´ es la historia de un magnate de las altas esferas financieras de Estados Unidos. Para su protagonista, Robert Miller, no hay nada más importante que el dinero y para él todo tiene un precio. El director hace una denuncia de la situación actual, de las trampas y las estafas de la crisis financiera que han acabado sin ningún tipo de castigo para sus responsables.
Es la primera película de Nicholas Jarecki. La trama es más o menos previsible, pero el ritmo logra mantener la tensión que se transmite por el protagonista encarnado en un brillante Richard Gere al que no estamos acostumbrados a ver. Un auténtico hombre de negocios con una doble moral. Galán, elegante pero arrogante y caradura vive rodeado de mentiras que sustentan el hilo de la trama.
La historia da pie al tópico de que “el dinero no da la felicidad”, pero con la conducta de sus personajes también refleja que todo en esta vida tiene un precio y que quien puede pagarlo se salva. El director -con los actores que ha escogido y el escenario de las finanzas reflejado, aún con un historia con poca fuerza y previsible- muestra una visión cruel y realista de lo que ha sucedido y sucede en la élite de los mercados que mueven la economía.
Lo mejor: Un brillante Richard Gere
Lo peor: Pocas sorpresas en la historia