Alice (Milla Jovovich) continúa su lucha contra la Corporación Umbrella y sus malvados planes en esta quinta entrega de la franquicia basada en la saga de videojuegos «Resident Evil», que se desarrolla en Tokio, y secuela de ‘Resident Evil : Ultratumba’.
Más o menos al mismo tiempo, llegaron dos Sagas muy parecidas, pero muy diferentes: ‘Underworld’ y ‘Resident Evil’.
Mientras que la primera (apoyándose en un guión justito pero solemne y una buena elección de actores) nunca quiso tener pretensiones y se limitó a entretener, la segunda hizo suyo el ‘cuanto más, mejor’ en su peor vertiente y (pese a un comienzo prometedor y una pausa donde se notó la presencia del Artesano Russell Mulcahy tras la cámara) no ha hecho más que perder calidad, hasta sonrojantes extremos como el que nos ocupa.
No hay nada salvable en ‘Resident Evil: Venganza’. La factura de la cinta, empeñada en sacar partido a un 3-d previsible y facilón, resulta muy justita para un proyecto con ínfulas de Blockbuster. El encamado digital del Director y su apetencia por dilapidar todos los géneros (el slasher, la cf, el Cine de acción, el género apocalíptico) sin aportar una pizca de ingenio, hacen que todos los planos hayan sido vistos antes.
Por si esto fuera poco, las aventuras de Alice (no sabemos si por decisión propia del estudio o incompetencia del Director, o ambas) carecen de entidad cinematográfica, y se limitan a exhibir un set piece tras otro, a modo de pantallas, donde la heroína dé para el pelo a los malos de turno, mientras dice unas cuantas chorradas plagadas de topicazos.
Ni consigue hacer justicia a la Saga de Videojuegos, ni tiene nada que decir como película.
Como colofón, el retorno a la franquicia de Michelle Rodríguez (una de las peores actrices de la Historia) para darse de sopapos con Milla Jovovich (otra de las peores actrices de la Historia), no hace sino lastrar aún más el producto, pues tanto una como otra están agotadas a todos los niveles más allá de sus respectivos físicos.
La fiesta se acabó. No hay nada más que rascar en la guerra de Alice contra Umbrella, por mucho que el ¿Director? Paul W.S. Anderson se empeñe en ello. Por desgracia, la taquilla acompaña y el final de la cinta deja lista la siguiente que –nos tememos- veremos en un par de años, a más tardar.
Como esto siga así, Alice terminará por enfrentarse a un montón de Ositos Amorosos mutados por el Virus T, que igual te vale para convertir Humanos en Zombies,, que en mastuerzos con hacha en mano y chupa de cuero.
Lo mejor: La quinta entrega presagia que, tarde o temprano, se acabará el suplicio.
Lo peor: Que la sexta entrega se percibe en el Horizonte.