Mel Gibson interpreta a un hombre que acaba de tener un mal día. Y la cosa no mejora para él: se ha hecho con un botín de millones de dólares que le habría proporcionado unas vacaciones de verano memorables, pero esta idea se vino literalmente abajo, hacia el sur. Durante una persecución automovilística a toda velocidad con la policía de la frontera y un cuerpo sangrando en el asiento trasero, Driver vuelca el coche y lo estampa contra el muro fronterizo para terminar cabeza abajo… en México. Capturado por las autoridades mexicanas, le envían a una cárcel de mala muerte, donde se adentrará en el peligroso mundo de El Pueblito. No lo tendrá fácil para sobrevivir un forastero como él, a menos que sea con la ayuda de alguien que sepa de qué cabo tirar en cada momento: un niño de 10 años.
En una era actual, donde los duros del cine de acción se reúnen para espectáculos más o menos descafeinados y uno piensa lo que pudo haber sido, agradezco de buena gana la incursión de Mel Gibson de vuelta al género tras ‘Al Límite’ (que me parece un peliculón) y esta ‘Vacaciones en el Infierno’.
Y si bien su tráiler te puede echar para atrás (No he visto peor tráiler en mi vida) lo cierto es que la película es un complejo de honestidades. Sabemos que Mel está lejos de su mejor nivel físico pero, de algún modo u otro, sigue estando ahí. No pude dejar de pesar en ‘Payback’ durante toda la proyección de la película. ¿Será el hecho de que vaya de malote? ¿Será que Mel también quería recuperar el espíritu de años pasados?
No lo sé, tampoco me importa. Lo único que sé es que ‘Vacaciones en el infierno’ va ganándote poquito a poco. Empieza de manera alocada, se establecen las bases del argumento y el desarrollo, de una forma u otra esperado, cumple con los objetivos. Lo dicho, no será muy recordada en la carrera cinematográfica de Gibson, pero tampoco un punto negro en su filmografía.
Me ha gustado esta manera original de pasar las vacaciones. Eso sí, la Voz en Off, se podría haber reducido o quitado. No ayuda en nada y a veces cansa.
Lo Mejor: Mel Gibson, desatado.
Lo Peor: La Voz en Off, prescindible.
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