Un periodista viaja con su familia a lo largo y ancho del país para investigar terribles asesinatos que luego convierte en libros. Cuando llega a una casa donde ha tenido lugar el asesinato de una familia, encuentra una cinta que desvela horribles pistas que van más allá del esclarecimiento de la tragedia.
A pesar de que el final es bastante bueno y el nivel de canguelo va in crescendo de manera adecuada con el desarrollo del metraje, Derrickson lo alarga demasiado. El ritmo, que suele ser pausado en este tipo de proyecciones, es muy pero que muy pausado. Un tijeretazo de veinte minutos la vendría «de miedo» (chiste de la tarde).
Da la sensación de que el director se está gustando y no es para menos, hay mucho oficio y mucha dedicación en cada plano que realiza y hace que nos olvidemos de ‘Ultimatum A la Tierra’. Además, las referencias a ‘Insidious’ (que me gustó bastante) son numerosas.
De todas formas, a veces parece que el único tipo de susto posible es elevar la música para crear tensión. Un recurso muy usado en el género, pero aquí se abusa demasiado. El final (los últimos 8 minutos) se olvida por completo de esto y da más miedo que todo lo anterior.
Es curioso como a actores consagrados (Kiefer Sutherland, Richard Gere…) les gusta meterse en este tipo de producciones una vez en la vida. Aquí le toca el turno a Ethan Hawke y no desentona. Su gesto desencajado y preocupado hace que nos metamos en la piel del escritor malogrado que aquí se nos presenta.
Lo Mejor: El final.
Lo Peor: Que todo se alarga demasiado innecesariamente.