Año 1987, Bagdad, el teniente del ejército iraquí Latif Yahia es convocado desde la primera línea del frente al palacio de Saddam Hussein y se ve inmerso en las altas esferas de la familia real al tener que convertirse, gracias a su gran parecido físico, en el doble del hijo de Saddam, el famoso príncipe Uday Hussein, un imprudente joven con un hambre feroz por el sexo y la brutalidad. Con su vida y la de su familia en juego, Latif decide renunciar a su antiguo yo para siempre a medida que aprende a caminar, hablar y actuar como Uday. Con un movimiento en falso que le puede costar su vida, Latif forja un vínculo íntimo con Sarrab, la seductora amante de Uday. Pero mientras se teje una guerra con Kuwait, y Uday se cierne con un régimen mafioso que amenaza con destruirlos a todos, Latif se da cuenta de que escapar de la guarida del diablo tiene un alto precio.
La nueva película de Lee Tamahori (y nunca creí que diría esto después de ‘Next’ y los últimos escándalos del susodicho) está basada en las memorias del doble de Uday Hussein, hijo de del dictador de Irak Saddam Hussein. Sin saber el grado de fidelidad de la cinta estamos ante una película que llama bastante la atención.
En primer lugar gracias a Dominic Cooper, protagonista absoluto de la cinta dando vida al doblado y al doblador, que con bastante maestría diferencia muy bien ambos papeles y notamos el cambio que supone al protagonista el nuevo estilo de vida así como el ambiente encocado que gasta el hijo de Saddam (apariciones del mismísimo Saddam queriendo caparle aparte).
Tamahori mueve la historia con maestría, metiéndonos desde el minuto uno en la situación. Estamos en Irak, estamos ante el hijo del máximo mandatario. Aunque no quieras hacerlo estás obligado. Y no solo eso, los peligros que conlleva incluso para el doblado, que hieran a su doblador. Es ahí donde está el verdadero jugo de la historia, y no en la historia de amor prohibido mil y una veces vista que ayuda a desarrollar la acción sí, pero se ve de largo como va a acabar (y casi desarrollar).
Un film bastante atractivo, bastante interesante que seguramente no te dejará indiferente por su llamativa propuesta. Es el hijo de Saddam a quien tenemos en frente, ¿cómo tenemos que sentirnos? El espectador elige, pero puede que como el protagonista estés atado a ese ambiente hostil. Muy sorprendente y recomendable.
Lo Mejor: Dominic Cooper en una excelente doble interpretación.
Lo Peor: La historia de amor y ciertos desvaríos.