Durante décadas, Ralph ha vivido a la sombra de Repara-Félix Jr., el chico bueno de su videojuego. Cansado de ser el malo de la historia, Ralph decide tomar el asunto por sus propias y gigantes manos, y se lanza en un viaje a través de los distintos mundos y generaciones de videojuegos para demostrarle al mundo que él también puede ser un héroe.
Nada más acabar de ver ‘¡Rompe Ralph!’ me viene a la cabeza ‘Shrek’, y me doy cuenta de que todas las virtudes y desventajas que tenía el ogro verde están presentes en esta aventura sobre el mundo de los videojuegos. Que son primas-hermanas vaya.
Para empezar vemos que, el que suele ser el malo de la historia, ahora es un bueno con corazón. Aunque Shrek estaba obligado a rescatar a la princesa, Ralph está cansado de destruir cosas. Al final, ambos encuentran la redención con una «princesita» singular.
No faltan tampoco, los cameos (y gags, porque el bug del ‘Hero’s Duty’ es muy bueno y a más de uno nos ha pasado) del mundo de los videojuegos. Ahí están Sonic, Zangief y Mr. Bison (del ‘Street Fighter’) o una versión alternativa del ‘Call Of Duty’. Así, te aseguras la atención de los padres que recuerdan tiempos mejores mientras sus hijos flipan con la historia. Y si todo sigue en marcha y los padres se dejan llevar por la historia de la cinta, ‘¡Rompe Ralph!’ no se les hará pesada en ningún momento. Reconocerán los valores (bien construida sobre temas familiares y mucha, muchísima nostalgia) de una cinta muy entretenida que de vez en cuando logra sorprenderte. Un film mucho más cercano a la filosofía de Pixar con el que por fin Disney ha dado en el clavo.
Imagino también, que el grado de influencia de Ralph se basará en el grado de conocimiento de la cultura de los videojuegos. A mí, me da de lleno, era de los que algún rato ha invertido intentando pasarse el ‘Street Fighter’.
Lo Mejor: Las referencias a los videojuegos.
Lo Peor: No dejarse llevar por la aventura.