En la cima de su carrera como director, Alfred Hitchcock (Anthony Hopkins) decide filmar una película de terror aparentemente de baja categoría. Ningún estudio le apoya, así que Hitchcock decide financiarlo él mismo y rodarla con un equipo barato de TV. El resultado fue un fenómeno internacional y una de las películas más famosas e influyentes de la historia: ‘Psicosis’.
Primero y por encima de todo, hay que reconocer lo obvio: el problema de ‘Hitchcock’, no está en sus actores. Hopkins, Mirren y Johannson cumplen con creces, al igual que los secundarios (Danny Huston tan correcto como siempre y Jessica Biel un poquito por encima que en anteriores trabajos, incluso con un papel poco agradecido); tampoco está en su conseguida factura, ni en el Libreto, que se adapta como un guante a lo que Sacha Gervasi quiere contar.
¿Entonces? Muy fácil: a ‘Hitchcock’ le falta tanta ambición como nervio y, al final, picotea de tantos lados que se queda en tierra de nadie.
No nos engañemos: ¿cuántos Directores conocen que tengan al menos una decena de Obras Maestras en su haber? Se podrían contar con los dedos de una mano.
Pues Alfred Hitchcock no solo está en esta lista sino que la encabeza. Uno no se gana el título de Maestro del Suspense así como así.
Durante todo el metraje, se echa de menos la película que un Director de este calibre merece. Incluso repasando la génesis de ‘Psicosis’, este Biopic incurre en los mismos errores que otros como ‘Mi semana con Marilyn’, mostrando una pequeña y cómoda parte de la vida de un personaje tan grande como su leyenda.
Apenas se esbozan (sin hacer sangre, además) as obsesiones del Maestro del Suspense: voyeur, outsider, atormentado, genio y friki.
Un tipo que, si no se llamara Alfred y se apellidara como todos conocemos, sería un completo don nadie, incapaz de vivir en un Mundo que no tiene nada que ofrecerle salvo indiferencia y mofa.
Que en ningún momento de la película Gervasi se meta realmente en harina, es imperdonable. Por muy bien que Anthony Hopkins le insufle vida (mención especial para el excelente maquillaje. Di Caprio debería preguntarle a Howard Berger si tiene tiempo libre, por si decide interpretar a J.Edgar Hoover una vez más y que el látex no sepulte sus indudables dotes), si no hay un deseo sincero de hacer justicia al Maestro ampliando miras, todo se queda en corrección y buenas intenciones.
‘Hitchcock’ no es una mala película.
Pero, desde luego, está a años luz del Homenaje que este Astro debería recibir del Séptimo Arte.
Lo mejor: Los Actores.
Lo peor: La falta de ambición de la cinta.
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