Ralph Fiennes se pasa a la dirección cinematográfica (además de protagonizar) la adaptación de ‘Coriolanus’ de Shakespeare ambientada en la Roma contemporánea. Coriolano es un general que cae en desgracia y es desterrado a una región remota. Allí reclutará los hombres necesarios para formar un ejército y vengarse de sus enemigos.
Primeramente hay que alegar que ‘Coriolanus’ tiene sus virtudes (no es, ni mucho menos, un despropósito), pues funciona como buena adaptación Shakesperiana sin dejar mucha huella. Cabe destacar la sobria dirección de los actores (a resaltar un Gerard Butler muy conectado y un Brian Cox inspiradísimo) y la extraña atmósfera que envuelve al conjunto. Me extraña que la Chastain esté tan desaprovechada, pues su personaje es lineal y carente de matices y al final en los créditos no aparece ni como protagonista).
Lo que la pasa a ‘Coriolanus’ es falta de valentía (pues me hace pensar que sigue palabra por palabra la obra de Shakespeare) y un poquito más de oficio (que Fiennes terminará cogiendo con la práctica). Quizás otro montaje la haría menos daño, hay ratos en los que no hay ritmo y nada más comenzar parece que va a ser la secuela de 300 con Butler de protagonista.
Estos defectos hacen que sea un simple entretenimiento que olvidaremos al salir de la sala de cine. Al igual que el film de Baz Luhrmann ‘Romeo + Julieta’ resulta curioso ver la extraña combinación entre lo contemporáneo y el lenguaje de antaño.
Lo Mejor: los actores.
Lo Peor: falta de valentía.