Lancaster Dodd, un intelectual brillante y de fuertes convicciones, crea una organización religiosa que empieza a hacerse popular en Estados Unidos hacia 1952. Freddie Quell, un joven vagabundo, se convertirá en la mano derecha de este líder religioso. Sin embargo, cuando la secta triunfa y consigue atraer a numerosos y fervientes seguidores, a Freddie le surgirán dudas.
Me parece un paso muy lógico en la carrera del estimulante e interesante Paul Thomas Anderson esta ‘The Master’. Tras agitarnos con ‘Pozos de Ambición’ sobre el mundo de la fe y los falsos profetas, podemos meternos de nuevo en casi la misma temática en ‘The Master’. Y como sucediese en aquella nos quedamos otra vez fascinados, hipnotizados por una historia semejante. Sus ideas, ambiguas y confusas, ofrecen más de una respuesta posible a los eternos enigmas.
Joaquin Phoenix es un monstruo de la interpretación capaz de interpretar a un emperador enamorado de su hermana, como a este paleto de pueblo obsesionado con el sexo. Junto a él (y ojo al primer cara a cara juntos) está Philip Seymour Hoffman, sobrio y a ratos encantador, a ratos repulsivo. Ambos son capaces de mimetizarse tanto, tantísimo en sus papeles que no distinguimos si interpretan o no. La guinda la ponen Amy Adams y Laura Dern.
La fotografía es otro de los logros de la película, así como la omnipresente banda sonora (de Jonny Greenwood). Un film repleto de talento cinematográfico. Una de las mejores películas del año. Pero si os parece rallante no me extrañaría lo más mínimo.
Lo Mejor: los actores, bestiales.
Lo Peor: que no podrás dejar de pensar en lo que has visto.
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