Dos oficiales (Josh Brolin y Ryan Gosling) lideran un grupo policial ajeno a las directrices de la Ley creado en Los Angeles, para perseguir y desactivar el poder del mafioso Mickey Cohen (Sean Penn). Drama criminal basado en hechos reales, con un reparto que incluye a Nick Nolte y Emma Stone.
No se le puede poner un solo pero a todos los aspectos de producción de ‘Gangster Squad’. La cinta de Ruben Fleischer brilla con un diseño de producción impecable, excelente banda sonora y un reparto de bambalinas.
¿Por qué, entonces, estamos ante una auténtica decepción?
‘Gangster Squad’ no tiene un solo elemento original. Todos y cada uno de los personajes (por muy buenos actores que tengan detrás) los hemos visto mil veces en películas mucho mejores (sin ir más lejos, la reciente ‘Enemigos públicos’ de Michael Mann); las situaciones, igualmente, son de sobra conocidas, viniendo a ilustrar la necesidad de la Ley de saltarse a la torera todos sus preceptos, para hacer Justicia.
Fleischer no aprovecha tan suculenta premisa, pintando a unos buenos de manual: héroes incorruptibles que bajan a las cloacas de las calles para jugar con los malos en su propio terreno. Sin hacerse preguntas, sin cuestionarse nada, como becerros con ideas fijas.
Los malos, igualmente, son predecibles hasta decir basta. Y aquí hay que hacer una mención especial al (de nuevo), desacertado maquillaje, que lastra la interpretación de un Sean Penn, además, en horas bajas. Su Mickey Cohen quiere ser Al Capone o James Cagney, pero se queda en Al Pacino en… ¿adivinan la película? Una pista, salía Warren Beatty y esa pedazo de actriz llamada Madonna.
En ‘Gangster Squad’ todo es blanco y negro, cuando la Historia y el Cine gangsteril han demostrado mil veces que las buenas películas con el hampa de por medio se sumergen en las variadas tonalidades del color gris.
Es una pena ver desperdiciado tanto potencial, y abandonar la sala deseoso de poner cualquier episodio de ‘Boardwalk Empire’, o visitar ‘Los intocables de Eliot Ness’, para resarcirme.
Esto es ‘Gangster Squad’: una aproximación hiperviolenta en sus formas (a veces porque sí) pero conservadora, comodona y complaciente en el fondo.
Lo mejor: el diseño de producción y la banda sonora.
Lo peor: no tiene ni un ápice de originalidad.