Home > Cine 2.0 > Relatos de cine > ‘Rojo’: segunda parte

‘Rojo’: segunda parte

Rojo

Puedes leer la primera parte AQUÍ

II

Mi cabeza da vueltas estoy totalmente inmóvil. El miedo no deja que mi cuerpo reaccione, quiero salir de allí y poder sentirme a salvo, protegida, lejos de ese espectro. Intento gritar pero de mi boca no sale nada, ni un ruido.

Algo va mal…

Huelo a sangre fresca, su olor dulce y penetrante me invade, pero no veo nada, el espectro no está, el hombre pasea con su móvil por la habitación. No hay marca del golpe en la pared, el libro está en la mesita, no hay rosa, ni pétalo, ni fluidos.

Cierro los ojos. Noto el olor dulce, aún caliente. Siento su sabor en mi boca, su dulzura, su calor, haciéndome sentir confusa. Siento una mezcla de terror, de asco, de excitación…

Oigo un ruido a mi espalda, como si algo hubiera caído detrás de mí. Abro los ojos y miro: la gente sigue con sus risas, no hay nada en el suelo salvo restos de comida; toco mi boca, gotea la comisura de los labios. Estoy sangrando, no noto dolor, pero parece mía… cierro los ojos, intentado entender todo lo que me sucede… los abro bruscamente al notar un húmedo roce en mi boca, un suspiro, un aliento, un pero no hay nada, nadie… nada

Un pasillo vacío, con luces en el techo: son fluorescentes que parpadean como si se fueran a fundirse. Todo es de un color amarillo, muy limpio, aséptico. No hay nadie; el suelo, de frío terrazo, de un tono gris desgastado, aunque muy limpio. Increíblemente limpio.

Rojo

Al fondo, a través de una puerta con un pequeño cristal, veo una luz, muy brillante, blanca… me acerco caminado por el pasillo, sintiendo el frío suelo bajo mis pies descalzos. Camino, y camino, no podría llegar a decir cuánto tiempo, parece una eternidad. El penetrante frío, el silencio impasible, las paredes… se estrechan, mientras la puerta se aleja, y se aleja…

Un golpe seco. Echo a correr. No miro atrás para saber qué ha sido, solo necesito llegar a la luz, a la puerta. Entro en la habitación, creo que alguien me espera, aunque no quiero pensar en nada.

La sala, de un blanco inmaculado, daña mis ojos; la luz brillante, fría, me recuerda a un quirófano, pero muy antiguo; la camilla metálica, los aparatos médicos básicos y obsoletos. Una mesa repleta de instrumental quirúrgico, no se para qué son, solo reconozco un bisturí.

No hay nadie, pero tengo la sensación de no estar sola.

Ya no siento el frío de mis pies, no siento miedo… no siento nada.

Tras unos minutos ¿o fueron horas? noto la sangre recorrer mis venas, y el frío, y el miedo… me duele la boca, llena de sangre. Su sabor no es tan cálido como el de antes.

No veo nada nuevo.

Rojo

Tengo ganas de huir. Mis pies se mueven, corro sin control por el pasillo. Noto cómo mi mente se desvanece…

Me descubro sentada en mi butaca, aturdida; los pies vuelven a ser un témpano de hielo. Encogida, subo los pies al asiento, cierro los ojos, quiero hacerme un ovillo y esconderme para siempre entre mis piernas.

– ¿Estás bien? ¿No te gusta la película? Yo me estoy riendo mucho. Tal vez unas palomitas te animen – Murmura mi acompañante al oído.  Con una mano me baja las piernas y con otra me ofrece palomitas.

– No, no – ¿qué le digo? Se está riendo mucho.

– Está acabando, luego si quieres vamos a cenar – Me da un beso en la mejilla y se recoloca para seguir con las ¿risas?

En la pantalla de nuevo el mismo hombre, la misma habitación… todo igual.

Pero en un brusco movimiento siento su cara muy cerca de mí.

–  No quiero morir – cuando recupero la consciencia, ya no esta.

Todo sigue, como si nada, él paseando, yo aterrorizada y el resto del mundo riéndose.

Espero que acabe pronto…

Rojo

Por fin oigo los aplausos, mi acompañante me dice que esperemos a finalizar los créditos. Pero yo solo veo al hombre, sentado, con el libro. Su rostro triste; la verdad es que hasta ahora no me había fijado. Su tristeza me penetra, me atraviesa dejándome un vacío…

¿Sabrá que va a morir? ¿aguardará su muerte? No lo sé, pero tengo tanto miedo que no quiero quedarme a averiguarlo. En cuanto noto que mi acompañante se levanta, hago lo propio y me encamino a toda prisa a la salida.

‘Rojo’: fin de la segunda parte.

Por: Patricia Álvarez López & Eduardo Bonafonte Serrano.

Comentarios

Te puede interesar
El Festival de Sitges se rinde a Terrifier 3
La primera profecía: hoy estreno solo en cines
‘Dune. Parte dos’: el tremendo alarde de Denis Villeneuve
«[REC] Terror sin pausa» se incorpora al catálogo Filmax

Deja un comentario