Charlie, un joven tímido y marginado, escribe una serie de cartas a una persona sin identificar en las que aborda asuntos como la amistad, los conflictos familiares, las primeras citas, el sexo o las drogas. El protagonista tendrá que afrontar el primer amor, el suicidio de su primer amigo y su propia enfermedad mental. Al mismo tiempo, lucha por encontrar un grupo de personas con las que pueda encajar y sentirse a gusto.
Las buenas críticas y acogidas de ‘Las Ventajas De Ser Un Marginado’ han llamado la atención, pero al final ha acabado pareciéndome una cinta muy correcta a todos los niveles, que en ningún momento me ha llegado al alma. Está bien rodada y actuada, pero le falta mucho para ser memorable.
La cinta nos centra, como otras muchas, en la edad adolescente, donde la búsqueda de las amistades y el primer amor es casi lo primordial. Las ansías de libertad, la decisión de buscarte a ti mismo (tu identidad)… el miedo a ser «el bicho raro». La cinta intenta conectar con tu lado nostálgico para darnos cuenta de muchos de nuestros errores que, en el fondo, han acabado formando el carácter.
Y el director (Stephen Chbosky, que escribió el libro en que se basa) nos mete de lleno en el tan trillado género de colegios + institutos + bailes + decisiones del que la televisión y el cine han tirado mucho. En este film, volvemos a tener todos los componentes que rigen el género para lidiar con los temas fundamentales mencionados con anterioridad además de los estereotipados individuos (los cachas, los atléticos, la chica molona… al menos ‘La Vecina de Al Lado’ tenía más gracia). Al menos el protagonista que se nos presenta no entra dentro del perfil habitual.
Puede que estemos tan dentro del género que las limitaciones del mismo no nos dejen ver el bosque. Solo la grandísima banda sonora plagada de grandes canciones nos saca de lo mundanos en los primeros cuarenta y cinco minutos. O puede que su abuso de componente dramático sea su mayor pecado.
No lo quiere en ningún momento pero la película acaba siendo de adolescentes para adolescentes (y los nostálgicos).
Lo Mejor: la banda sonora y una Emma Watson inspirada.
Lo Peor: que no tiene la trascendencia que quiere tener.