Encontrar una clasificación para la película dirigida por Ben Affleck, se da en dos palabras Thriller Político, pero fuera de las categorizaciones, es un filme con diferentes caras. A lo largo de sus 120 minutos, pasamos por la intriga, el humor y la tensión; todos elementos que te mantienen atentos a la pantalla a pesar del aburrimiento del tramo medio de la película. Más que aburrimiento, se alarga demasiado la trama desde que Tony Méndez, el protagonista, plantea crear la tapadera del guión de Argo hasta el desenlace. Tiempo dilatado con conversaciones más bien largas y a veces espesas que hacen que cambie el ritmo de la película pasando a ser “lenta”. Pero por otro lado esa ralentización de los hechos, hace que durante toda la película se mantenga la tensión, hasta el momento en que el avión despega.
Argo se basa en un hecho real ocurrido en Irán en 1979 y es muy bueno el realismo con el que se enfoca la mayor parte de la película, sobre todo en parte por las rápidas escenas iniciales, narrando el asalto a la Embajada, jugando con la aceleración de los cambios de escena: pasamos rápidamente de situarnos en el interior de la Embajada, al exterior donde se agolpan las masas, a un pasillo cualquiera del edificio y de repente estamos en un despacho de Estados Unidos.
De esta forma consiguen introducirnos en el caos que produce el conflicto y muchas veces parece que estamos viendo imágenes de un noticiario, llevándote totalmente a la realidad del hecho y las consecuencias políticas de éste. Tampoco podemos dejar a un lado la buena caracterización de los personajes con peinados y formas de finales de la década de los setenta en E.E.U.U., elementos que ayudan a aportar todavía más veracidad.
El protagonista es el mismo Director del Filme, Ben Affleck.
No podía faltar ese punto de vista “un poco americano”: el típico héroe que saltándose a todos los rangos de poder quiere resolver el problema que suscita la trama. Tampoco se prescinde del benefactor, persona más mayor que aconseja sabiamente y desde la experiencia pero confía ciegamente en el “Superhéroe” para resolver todo. No sé, quizás nos deberíamos preguntar si ese esquema no se repite demasiado en muchas otras películas.
Es en resumen, una película de extremos que pasa del dinamismo al aburrimiento, que nos vuelve a revelar a Ben Affleck como Director más que como actor.
Lo mejor: Una trama interesante con bastante realismo.
Lo peor: Fuertes cambios de ritmo en el tramo medio del filme que te llevan a veces al aburrimiento.