Valiéndose de un crédito ilimitado, Diana, una compradora compulsiva, vive a lo grande en las afueras de Miami. El único problema es que cuando va de compras usa el nombre de Sandy Bigelow Patterson, un agente comercial que vive en la otra punta de Estados Unidos. Cuando éste se da cuenta de la situación, se va al sur para enfrentarse a la mujer que le está arruinando la vida. Mientras se esfuerza en convencerla, descubrirá lo difícil que es recuperar su nombre.
A Seth Gordon le ha pasado lo mismo que con la cinta con la que se dio a conocer, ‘Cómo acabar con tu jefe’. Un punto de partida interesante, que prometía momentos de gran lucidez (acompañados de un reparto competente) para desplomarse hacia lo patético en el final de la película.
El problema es que en ‘Por la cara’ no están Kevin Spacey o Colin Farrell en modo desmadrado. Aquí tenemos al acartonado Jason Bateman (que repite con el director y del que tengo muchas dudas sobre si puede o no aguantar una peli él solito, es más creo que solo debería de ser secundario) y a Melissa McCarthy (un torbellino, pero da la impresión de que hace de sí misma). Esta última lo mejor de la cinta… en un personaje completamente inaguantable.
Inevitable compararla, y es que es bastante reciente, con ‘Salidos de Cuentas’ donde el viaje en carretera es obligatorio. Mezcla de road movie, comedia exagerada, un poquito (lo justo) de sal gorda, azúcar del malo de ese de comedia romántica y con el consabido final feliz para que todos aprendamos una lección, la película se estira… y estira… y estira… hasta completar la hora y cincuenta minutos de film. A los cuarenta estás a gusto, pero porque piensas que se va a acabar ya. Me llama la atención el papelón que hace Jon Favreau, creo que tiene como una escena o así. ¿Y de verdad Amanda Peet no vale para nada más? No sé… podría ayudar a su marido o algo…
Lo Mejor: Los gags iniciales.
Lo Peor: Que se hace muy, muy larga.
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