Los tiburones blancos son el objeto de estudio del matrimonio formado por dos biólogos marinos, Sarah y Scott. En una de sus expediciones, Sarah se salva milagrosamente de ser devorada por un escualo sin que su marido sea capaz de hacer nada por rescatarla, lo que es el detonante para el fin de la relación. Seis meses después, Sarah se encuentra en graves aprietos económicos para salir adelante y se ve obligada a aceptar la oferta de un multimillonario para ver de cerca a los tiburones blancos.
Hace tiempo que Halle Berry deambula por la gran pantalla sin rumbo fijo y haciendo que nos preguntemos si el Oscar que tiene en su casa es uno de los mayores errores de la historia del Cine.
Con ‘Marea letal’, la actriz y su pareja en la vida real, Olivier Martinez, ponen de manifiesto que la química fuera de la pantalla, y dentro, son cosas muy distintas.
John Stockwell se saca de la manga alguna que otra escena curiosa, pero tiene un gran problema del que no puede escapar con imágenes: el Libreto se lo tragó un Tiburón, y lo que devolvió al día siguiente es lo que los personajes sueltan por sus boquitas.
Superadas (es un decir) las turgencias y curvas de la señora Berry, nos damos cuenta de que el prometido thriller brilla por su ausencia, y la cosa no da para más. Los escualos están ahí y, desde luego, Stockwell hace lo que puede para que parezcan tan amenazantes como son.
Pero si te importa un pepino lo que les pase a unos personajes planos (que bien podrían salir de cualquier película de Serie B con Tiburones de por medio, o un episodio de ‘Los vigilantes de la playa’), el resto es nadar en aguas revueltas.
‘Marea letal’ no solo no reconciliará a Halle Berry con el gran público, sino que la hará bajar otro peldaño más hacia el ostracismo televisivo al que parece querer dirigirse. De aquí a protagonizar una nueva versión femenina de cualquier serie playera, hay un par de patinazos más.
No pierdan el tiempo, la marea es poco menos que un suave oleaje mediterráneo donde no pasa apenas nada y, lo que pasa, aburre a las ovejas.
Lo mejor: Halle Berry, mediocre actriz, pero mujer de bandera.
Lo peor: la tensión brilla por su ausencia.
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