Un joven norteamericano se ve mezclado en un asunto turbio de tráfico de drogas y acaba siendo detenido por la policía. Tras ser delatado por un amigo y cómplice, la justicia le impone una larga sentencia en prisión. Su padre, John Matthews, se niega a aceptar la condena y trata de sacar a toda costa a su hijo de la cárcel. Por ello, llega a un acuerdo con la DEA para infiltrarse en un cártel de la droga y dar con un peligroso traficante a cambio de una reducción en la sentencia de su hijo.
¿Cómo se mide a una estrella de Cine, por la pura y simple taquilla? Falso.
Lo cierto es que todos los grandes actores que perduran y perdurarán en el recuerdo de la Audiencia destacan por mucho más, escribiendo páginas de la Historia del Séptimo Arte con películas que marcan época, grandes interpretaciones en un momento dado o, simplemente, toda una carrera dedicada a dar lo mejor de sí mismos.
Sin prisa, Dwayne Johnson (deberíamos dejar de llamarle ‘The Rock’, aunque su imponente físico así lo atestigüe) ha sabido labrarse un nombre dentro de la Industria de Hollywood. El ex Icono de la lucha libre se ha convertido, por derecho y propio y toneladas de carisma, en un seguro a la hora de poner la guinda a cualquier cinta, rindiendo al máximo y con honestidad en cada producto que encara (Disneys incluidos).
Pero a Johnson le faltaba una película de personajes y ‘El mensajero’, llega en el mejor momento.
Thriller dramático de manual (basado en hechos reales), con las pretensiones justas, pero un mensaje claro: denunciar las inconsistencias de ciertas leyes antidroga en Estados Unidos.
A través de la aventura de John Matthews para sacar a su hijo de la cárcel, presenciamos los entresijos de un sistema donde todo vale, y los que han de defender el imperio de la ley utilizan métodos tan turbios que es difícil distinguir dónde quedan los buenos y los malos.
El Director Ric Roman Waugh busca el realismo en la narración, sin descuidar los tiempos y sacando la acción en el momento más oportuno, pero centrándose en lo importante: los personajes.
Y ahí, aguantando el tipo ante actores de la talla de Susan Sarandon y Barry Pepper, es donde Johnson se convierte en el amo de la función, demostrando que ha cruzado la línea y demandando (aunque le quede camino por recorrer, en el que pulir sus registros dramáticos) ese otro tipo de papel donde no tiene que exhibir musculatura o hacer reír a los más jóvenes de la casa.
‘El mensajero’ es una película divertida, conmovedora y, además, consigue que te lleves algo contigo al salir de la Sala.
¡Ah!… y pone de manifiesto que ha nacido una Estrella.
Lo mejor: Dwayne Johnson cubre músculos y saca al actor que lleva dentro.
Lo peor: algunos momentos emotivos metidos con calzador.