El apocalipsis ha llegado: un terrible y desconocido virus se ha extendido por varias zonas del planeta transformando a la población en muertos vivientes. La destrucción de la raza humana parece inminente y la ONU se pone en manos del reconocido investigador Gerry Lane. La pandemia es imparable y Lane viaja a distintos lugares del mundo para recabar información sobre el terreno, respuestas desesperadas que proporcionen la salvación de la Tierra y de su propia familia. Pero el final se acerca….
Tras uno de los rodajes más accidentados que se recuerdan, ‘Guerra Mundial Z’, ha pasado de ser el fracaso sonado que todos vaticinaban a un éxito relativo que ha conseguido que doscientos cincuenta millones de dólares de presupuesto no terminen en la basura y, con ellos, la carrera de Brad Pitt, que ha arriesgado mucho asumiendo las labores de producción.
La primera pregunta que se harán es «¿entonces, estamos ante una gran película?».
Sí y No.
‘Guerra Mundial Z’ es una reinvención con todas las letras de la Novela de Max Brooks. Los guionistas han ido por la calle de en medio intentando dotar de entidad cinematográfica propia a una Obra prácticamente inadaptable a la Gran Pantalla.
Pero realizar cambios fundamentales, escrituras y reescrituras del Libreto, e incluso el rodaje completo de un nuevo final, comporta riesgos.
Si algo caracterizaba a la Novela de Brooks era su original aproximación a un fenómeno que empieza a saturar las Pantallas y Librerías de nuestro maltrecho planeta.
Aproximación que Marc Foster ha olvidado en alguna parte.
‘Guerra Mundial Z’ es un Blockbuster mayúsculo, con todos los pros y contras que conlleva.
No faltan las imágenes impactantes donde reluzca el presupuesto, ni tampoco las mastodónticas set pieces que nos dejen con la boca abierta. El ritmo no decae. La tensión, tampoco.
Los cien minutos de metraje pasan en un suspiro, manteniéndonos pegados a la butaca con un thriller de acción de alto voltaje.
Brad Pitt cumple con su cometido y mantiene su condición de Estrella intacta, derrochando carisma en el papel del (súper) investigador de las Naciones Unidas Gerry Lane.
Pero es imposible deshacerse de una incómoda sensación que nos acompaña mientras contemplamos la aniquilación de la Raza Humana: todo lo que ocurre, nos lo sabemos. De memoria.
Como mero vehículo de entretenimiento, poco se le puede reprochar a ‘Guerra Mundial Z’.
Pero, si tenemos en mente la estupenda Novela de Brooks y el enorme guantazo del Zombi como metáfora de nuestro deficitario e inhumano Occidente, estamos ante una clara oportunidad… perdida.
Lo mejor: el ritmo no decae.
Lo peor: lo olvidas todo al instante.