Entre los años 1906 y 1909 regresa a París, desde donde trabaja para la casa Pathé Frères, que por entonces tiene el monopolio del celuloide. Aunque Chomón hace viajes puntuales a España, es en París donde lleva a cabo sus mejores trabajos: operador de cámara y director de trucajes en películas fantásticas. Convirtiéndose así, junto con Ferdinand Zecca, en “rival” directo de la productora de Meliés.
Entre las obras correspondientes a esta época destacan: La gallina de los huevos de oro (1905), El hijo del diablo (1906), Excursión a la luna, El pescador de perlas, Vida y pasión de nuestro señor Jesucristo. En ésta última empieza a hacer travelling en escenarios interiores, colocando la cámara sobre una plataforma con ruedas. En 1908 estrena Alarde equilibrista que destaca por sus tomas cenitales; Escultor moderno, El castillo encantado, El teatro de Bob, El sueño de un cocinero (1909) en la que emplea nuevas técnicas de animación: dibujos y figuras de arcilla. El hotel eléctrico (1908) obra culmen del procedimiento “paso de manivela”, dotando a los objetos de vida propia. La última de esta etapa es Una excursión incoherente (1909) con ciertos toques vanguardistas: dadaístas y surrealistas.
En 1910, comienza una nueva etapa de su vida en Barcelona. Allí se asoció con un empresario de variedades Joan Fuster Garí, aunque dicho unión dura poco tiempo. En esta etapa le da tiempo a grabar 37 películas de temática popular unas de corte cómico, históricas, melodramáticas y fantásticas. Adapta sainetes, zarzuelas que se asienta con género cinematográfico patrio: Los guapos, El puñao de rosas, Las carceleras, La tempranica y El pobre Valbuena.
Tras la ruptura con Fuster, Segundo de Chomón se queda sin espacio para sus rdoajes, así que acude a sus contactos y ese mismo año comienza a trabajar para Pathé como representante de la marca en España y continua filmando películas: Lucha fraticida o Nobleza Aragonesa, Los pobres de levita, Los dulces de Arturo, Una farsa de Colás o Flema inglesa. Y decide que la calle sea su nuevo plató y rueda algunos documentales, tales como: La heroica Zaragoza o Gerona: la Venecia española.
Con la ayuda de Pathé consigue un nuevo estudio y productora, Ibérico, para la que realiza once películas en un año y medio, entre 1910 y 1912. En este período destaca el cambio producido en las estructuras narrativas (incluye flash-back (analepsis), flash forward (prolepsis), más complejas, que emplea, así como planos más estudiados, efectos de raccord más cuidados o montajes de acción paralela.
En 1912, El gusano solitario rueda una de las películas cómicas más importantes de la etapa muda del cine, realizada en colaboración con André Deed. Ambos consiguieron una película delirante, llena de situaciones absurdas, efectos de cámara y trucajes. El creciente éxito del cómico Max Linder y el obligado parón producido por la Gran Guerra, consiguieron sumir en el olvido el cine cómico europeo.
(continuará)