Con motivo del lanzamiento, el 23 de octubre, de la Edición Diamante de ‘El Libro de la selva’, os traemos cómo se pergeñó la restauración de este clásico.
La triste realidad es que casi el 90% de las primeras películas mudas se han perdido para siempre y que las cintas realizadas en la primera mitad del siglo XX corren el peligro de desaparecer para siempre. Antes de 1952, las películas se grababan en película de nitrato, un material muy inestable que exigía un almacenamiento muy cuidadoso para frenar el inevitable deterioro. El Libro de la Selva, basado en el relato de Rudyard Kliping, es la película de animación número 19 de los estudios Walt Disney también fue la última cinta que supervisó Walt antes de su prematura muerte en 1966. Dsieny era un artista en toda la extensión de la palabra y su visión de la animación es absolutamente única. Se esforzaba al máximo para que cada aspecto de la producción ofreciese el máximo nivel de calidad artística, no sólo en las historias que contaba sino también en la ejecución técnica de sus películas.
En 1937, Walt y Ub Iwerks (uno de los primeros colaboradores de Walt y premiado por la Expsición Sucesiva en la fotografía de animación. Este método se inventó en 1910 y obtenía imágenes en color para fotografías fijas. Pero Walt y Ub se dieron cuenta de que esta técnica era perfecta para rodar dibujos animados ya que n realidad se trataba de un negativo obtenido a partir de una serie de reproducciones fotográficas. Hacia 1930, cuando a Hollywood todavía le quedaban muchos años para desarrollar la tecnología del negativo de color, el estándar de la industria era el Método del Technicolor tricomático para la fotografía en color de acción real. Pero Walt se dio cuenta de que este método era complicado y engorroso para la animación y buscó un procedimiento más eficaz para rodar Blancanieves. Y la solución al problema fue el Método SE. Se trabajaba a partir de un negativo en blanco y negro y la película se exponía a través de una serie de tres filtros de color: rojo, verde y azul. La combinación de estos tres fotogramas era una única imagen a todo color. A pesar de que esta técnica tenía inconvenientes para la fotografía en color, en los años 1930 el Método SE estaba considerado un gran avance técnico.
En la fase de producción de El Libro de la Selva en los años 1960, ya se habían desarrollado otras tecnologías como el Procedimiento del Negativo en Color que se convirtió en el estándar de la industria. Pero a Disney y a Iwerks les gustaba ir contracorriente y continuaron utilizando el contrastado procedimiento de la Exposición Sucesiva.
Gracias a esta sólida base, el proceso de restauración que dura entre nueve y diez meses e implica a unos 25 artistas y técnicos, en función del nivel de trabajo que exija. Más de 367.000 fotogramas de negativos SE, que representan cerca de 123.000 fotogramas individuales de trabajo gráfico pasaron originalmente a través de la cámara para filmar El Libro de la Selva.
Hoy, gracias a las avanzadas tecnologías digitales, las imágenes visuales pueden convertirse directamente en una película maestra grabada digitalmente, lo que elimina cualquier paso intermedio y que además restaura toda la viveza del color y el esplendor de cada fotograma de la película, que es sí mismo una obra de arte. Al contar con un nivel de definición de imagen más elevado, Gluck señala que “es fundamental casar cuidadosamente el color de la imagen con su fuente original más pura”. A diferencia de las películas de acción real donde los platós y la iluminación desaparecen, los actores envejecen y el tiempo pasa, las cintas animadas conservan un registro duradero del material original dentro de los celuloides de producción y del trabajo gráfico de fondo utilizado para fotografiar la película original. Estas codiciadas obras de arte se conservan primorosamente en la ARL.
Entre los extras de la película no sólo se incluye la historia de Mowgli el “niño lobo”, sino también cinco horas de contenido extra. La Edición Diamante viene acompañada del lanzamiento a la venta de ‘El Libro de la Selva 2′ en Blu-ray y en DVD.