El mundo de la droga se convierte en el medio de subsistencia de David Burke, un camello de poca monta. Cuando un grupo de adolescentes le roban su alijo de marihuana, se ve metido en serios problemas con su proveedor. Como solución, se le encarga ir a México para comprar un gran cargamento de droga y para no levantar sospechas, como tapadera, se le ocurre la idea de crear una familia. Así que pide a sus vecinos, una stripper, un joven y una adolescente que le acompañen en esta extraña odisea.
La nueva Comedia de Rawson Marshall Thurber tiene la mejor primera hora de todas las cintas de género de 2013. Jason Sudeikis, Jennifer Aniston, Emma Roberts (toda una sorpresa) y Will Poulter están en su salsa, apoyados, además, por un magnífico Ed Helms.
‘Somos Los Miller’ coge todas las Road Movies con típica prole americana de por medio (toda una institución en USA) y les da la vuelta, mientras se mofa (¿o las echa de menos?) abiertamente de las convenciones sociales en torno a la familia tradicional.
La presentación de los personajes, el inicio del conflicto que les lleva a aceptar tan rocambolesco encargo y los primeros (y muy ingeniosos) tira y afloja dialécticos son lo mejor del filme que, pasado el ecuador, se desmorona, convirtiéndose en un Crisol donde convergen todos los grandes males de las Comedias Americanas pergeñadas por los grandes estudios.
Cuando la cosa no da para más, aparecen las alusiones sexuales que ponen de manifiesto el corsé de una Sociedad tan sometida a las bajas pasiones como cualquier otra. La escatología se adueña del espectáculo, alternándose con momentos donde los acontecimientos se dirigen hacia el final feliz que hemos visto mil veces.
Cuando termina, es inevitable preguntarse por qué ‘Somos Los Miller’ no ha sido un maravilloso Cortometraje, empeñado en alargarse hasta morir.
Pese al deslenguado envoltorio y su brillante inicio, estamos ante una Comedia familiar que apunta maneras pero queda lejos (como pretende) de reinventar un género en sí mismo dentro de la Comedia.
Lo mejor: la primera hora.
Lo peor: una vez presentados los personajes, Thurber los desperdicia.