El reino de Arandalle sufre una congelación permanente, ya que una profecía ha convertido en hielo todo su territorio. Elsa, que tiene un poder abrumador para controlar el clima, ha desaparecido y su hermana Anna, de espíritu valiente y aventurero, emprende su búsqueda para acabar con la maldición. Un mundo de magia, de duendes, de malvados trolls y de temperaturas gélidas se interpone en su camino, aunque afortunadamente le acompañarán el reno Sven y el montañero Kristoff para derrotar al mal.
Nada mejor que basarse en Hans Christian Andersen y la tradición escandinava para celebrar, por todo lo alto, el regreso de Disney a sus clásicos musicales animados, que tanto echa de menos el gran público y donde, sin duda, descansan sus mejores largometrajes (‘La bella y la bestia’, ‘Alladin’, ‘El Rey León’).
‘Frozen: el reino del hielo’ no es solo el mejor largo animado del presente año sino que merece, por derecho propio, colocarse al lado de sus inolvidables hermanos en igualdad de condiciones.
El corto animado de Mickey Mouse ‘Get a horse’ que precede a la película, nos deja claro que esta vez la casa del ratón va a ofrecernos algo diferente a sus propuestas de los último años, echando la vista atrás, volviendo a sus orígenes y sacando partido a 90 años de épica historia cinematográfica.
El magnífico prólogo (a ritmo del maravilloso tema coral ‘Vuelie’), que presenta a Elsa y su hermana Anna, prepara a la audiencia de todas las edades para un espectáculo mayúsculo, donde la animación alcanza cotas de preciosismo visual digno de mención, pero sin descuidar lo más importante: la historia y los personajes que en ella habitan.
‘Frozen: el reino del hielo’ tiene todo lo que se puede esperar de un musical animado de la casa: grandes canciones, una Banda sonora para el recuerdo de la mano de Christophe Beck; secundarios bien definidos; recursos cómicos (Olaf, el muñeco de nieve que quiere saber qué se siente en verano, y el Reno Sven, son magníficos), historia de amor y Príncipe Azul.
Pero, esta vez (en un giro de los acontecimientos muy bienvenido), la película se centra en la historia de dos hermanas y la inquebrantable relación que las une, más allá de las restricciones de un destino que solo cambiará con un acto de amor verdadero.
Divertida, emotiva, encantadora, chapada a la antigua… la nueva propuesta de Disney recuerda sus mejores tiempos, donde niños y mayores disfrutaban cada una de sus películas como si fuera la primera vez.
De imprescindible visionado para todos los amantes del legado del viejo Walt.
Lo mejor: una vuelta a los orígenes, por todo lo alto.
Lo peor: algún punto ñoño de más y el tema en español ‘La puerta hacia el amor’, destrozado por el ídolo adolescente Abraham Mateo.