Davy y Ally, dos militares del ejército británico, regresan a Edimburgo, su ciudad natal, después de haber servido en Afganistán. Ally regresa con su novia Liz, una enfermera hermana de Davy. Por otro lado están Rab y Jean, los padres de Liz y Davy, que van a celebrar su 25 aniversario como casados. Poco antes de la celebración, Rab recibe una carta que puede cambiar las vidas de todos ellos.
Alguien ha comentado que esta película es el Mamma Mía de 2014. Nada más lejos de la realidad. El director Dexter Fletcher ha hecho un trabajo excelente, pese a tratarse de su segundo largometraje. Para muestra un botón: el arranque de la película, por ejemplo, es espectacular.
Por un lado, tenemos un buen guión, que trata temas como la adaptación a la vida civil después de venir de una guerra, la vida en tiempos de crisis, o cómo tener que elegir entre lo que tú quieres y lo que quiere tu pareja. Sin embargo, podemos decir que el tema central de la película es el amor en sus múltiples ramificaciones y conflictos.
Peter Mullan y Jane Horrocks, sólidos en su papel de matrimonio de toda la vida. Los jóvenes George Mackay y Kevin Guthrie están correctos, así como Freya Mavor y Antonia Thomas, fichadas por su popularidad en series británicas como ‘Misfits’ o ‘Skins’.
Pero la parte musical es espectacular. Magnífica la banda sonora con canciones del grupo escocés TheProclaimers que contiene canciones muy populares como I’mgonna be (500 miles) o I’monmyway, y que mezcla adecuadamente los elementos dramáticos que dominan la trama con los que se sitúan al borde de la comedia.
Además tenemos la ciudad de Edimburgo como telón de fondo de los acontecimientos, a la que se rinde tributo de forma especial.
Este es un film que nos reconcilia con el musical clásico de toda la vida, concebido como espectáculo y entretenimiento, lleno de vitalidad y buenos sentimientos. Sencillo, ingenuo, voluntarista, como un cuento de hadas que nos lleva bailando, y nos hace girar y girar hasta el culmen final.
El ritmo de la película, excepto algún punto muerto, está muy logrado, consiguiendo que no sea una sucesión artificial entre escenas cantadas e interpretadas. Su frescura me ha recordado a los musicales clásicos de antaño.
En suma, un musical para disfrutar, que deja muy buen sabor de boca.
Lo mejor: la integración de todos los elementos que componen el musical, que dan como resultado un producto fresco y muy conseguido.
Lo peor: en ocasiones pierde el ritmo.