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‘El amor es extraño’: un amor demasiado distante

Póster de Love is strange

Love is strange

Cuando en 2011 se legaliza en Nueva York el matrimonio homosexual, Ben y George, que llevan 39 años juntos, deciden casarse. Poco después, despiden a George sin explicación alguna de la escuela católica donde enseñaba música y pierden su piso en Chelsea. Una pareja gay de policías acoge a George, y Ben se va a vivir a casa de su sobrino en Brooklyn. El verse obligados a vivir en casa ajena, el esfuerzo por ser amables más la preocupación por un futuro incierto son motivos de estrés para todos.

Ira Sachs, conocido cineasta en el ámbito independiente, nos trae la segunda parte de la particular trilogía que está creando junto a su co-guionista Mauricio Zacharias. Ya en la anterior ‘Keep the Lights On’ podíamos apreciar la transcendencia y espiritualidad que emanan las películas del autor americano.

Estamos ante un film de diferente factura a la habitual, donde el conflicto que se prevé con el despido de George es solo una excusa para hacer avanzar la trama, haciendo que la “adaptación al medio” sea el verdadero exponente de la película.

Claramente podemos apreciar la experiencia en los personajes principales, en un George (Alfred Molina) totalmente desubicado al que le va a agobiar la situación más de lo que podría esperarse en un principio y a un Ben (John Lithgow) que no encaja en el nuevo piso donde vive.

En las interpretaciones de los personajes principales reside el principal atractivo para el visionado del film. Molina y Lithgow están simplemente soberbios, dando una credibilidad y empatía a los personajes desde la mayor cercanía posible.

‘El amor es extraño’ peca de película lenta, no en el ritmo, sino en la narración, ya que muchas veces no sucede nada que haga avanzar la trama hacía un punto determinado y se queda estancada en una idea sin más.

Otro de los puntos negativos es el intentar convencer al espectador de los motivos de su historia para quedarse hasta el final, es decir, parte de una injusticia y una desigualdad actual palpable, pero eso no justifica el resto de la trama.

En resumidas cuentas, ‘El amor es extraño’ es una película desigual, donde sus dos actores principales bordan el papel, te crees lo que les sucede pero falta algo, una historia más conmovedora que te mantenga pegado a la butaca.

Lo mejor: Los actores principales.

Lo peor: una trama demasiado lenta e insulsa.

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