Denzel Washington interpreta a McCall, un antiguo soldado de operaciones especiales al que un suceso del pasado le lleva a simular su propia muerte para llevar una existencia tranquila. Pero cuando conoce a una prostituta, Teri (Chloë Grace Moretz), rompe su retiro y se enfrentará a unos mafiosos rusos muy violentos. Poco a poco, va actuando contra las injusticias que ve a su alrededor, y al mismo tiempo va investigando hasta llegar a la cabeza de la serpiente que gobierna la mafia rusa.
Denzel Washington ha desarrollado bien su faceta protectora en el cine. Ya sea como abogado, como inocente, como ángel de la guarda, como padre coraje. Siempre luchando contra las injusticias que le rodean. Es cierto que ha tenido otros papeles diferentes (‘Training Day’, ‘More better blues’, ‘Malcolm X’), pero es más reconocible por los primeros.
Precisamente el mismo director de ‘Training Day’ (Antoine Fuqua) le vuelve a situar en ese papel de ‘protector’ o justiciero anónimo. Como Spiderman, tiene un trabajo anodino de día y se convierte en héroe desconocido de noche.
El origen de la situación es la amistad de Robert (Washington) con Alina (Chloë Grace Moretz), una joven prostituta esclavizada por la mafia rusa.
Denzel Washington cumple sobradamente y compone un protagonista mezcla de varios a la vez: impasible y callado como Bullit; oscuro como Batman; violento como un personaje interpretado por Chuck Norris o Jason Statham.
Aparte de la acompañarle Moretz, el resto del reparto hace lo justo. Johnny Skourtis como su compañero de trabajo; Marton Csokas y Dan Bilzerian como villanos rusos un poco caricaturizados. Melissa Leo o Bill Pullman apenas componen breves pinceladas.
Fuqua no decepciona ni tampoco sorprende. Hace lo que mejor sabe, una película de acción trepidante, con ritmo adecuado, entretenida, con algún detalle esporádico de humor ‘made in Fuqua’.
La fotografía es más que correcta para las pretensiones del film, oscura y tenue. El guión no ofrece nada nuevo, buenos y malos como hemos visto millones de veces en la gran pantalla. La banda sonora resalta esa sensación de ‘Gotham City’ de forma espectacular.
Las escenas de lucha, bien desarrolladas, junto con la intriga, ayudan a que la película discurra a velocidad de crucero. Resulta un poco excesiva la violencia visual en determinadas escenas, acentuada además por los planos a cámara lenta.
Después de ‘Training Day’, y sabiendo que es una historia mil veces contada, esperábamos algo más. Como en ‘Shooter’, tenemos un producto técnicamente impecable, pero con una enorme sensación de déjà vu.
Lo mejor: la interpretación de Denzel Washington, la fotografía y la banda sonora.
Lo peor: nula originalidad en la historia, así como las aportaciones de los demás personajes fuera del protagonista.