Mina, una actriz india de éxito, no puede olvidar a su hermana pequeña Sita, de quien fue separada a la fuerza después de la muerte de su madre. Treinta años después, se entera de que Sita está bien y vive en Barcelona. Ahora se llama Paula, es bióloga y no tiene ningún recuerdo del su pasado. Paula emprenderá el viaje de descubrimiento de su verdadera identidad con la ayuda de Prakash (Naby Dakhli), un atractivo inmigrante indio que vende películas de Bollywood en el barrio barcelonés del Raval.
Que ‘Rastros de Sándalo’ aspira a buena película se nota desde el minuto uno, cuando vemos la infancia de Mina, una chica india a la que van a dar en adopción a su hermana pequeña sin que ella pueda hacer nada para evitarlo. Se nota un ritmo acelerado, dinámico y muy eficaz en esta primera parte de la cinta.
Poco a poco, vamos viendo como los personajes se van desgranando, sincerándose entre ellos y centrándonos poco a poco en la verdadera protagonista de la cinta, que no es otra que Paula (Aina Clotet).
El arco de personaje en Paula está muy bien construido, desde la primera negación de la realidad hasta el convencimiento y aceptación de su situación.
Es una película diferente, donde la propia guionista comentaba que quería un equipo encabezado por mujeres y unos personajes más allá de los clichés clásicos de esta industria, esto se nota en los personajes principales de la cinta.
Aún así, más allá de su conseguida fotografía, de ser capaces de unir a la perfección las diferencias culturales del Mombay de clase media y huir de una Barcelona fría, ‘Rastros de Sándalo’ peca en ciertos momentos de demasiado efectista, llevando la historia a una despreocupación por todo y todos los que la rodean, sin impedir que estés ante una hora y media donde el ritmo y la evolución en un guión muy bien estructurado te hagan quedarte en la butaca sin sufrir un ápice de aburrimiento.
No se realmente como será la versión que se estrenará en las salas de cine españolas, pero sí que recomendamos encarecidamente verla en su versión original subtitulada, ya que se nota mucho más el cambio y la unión cultural en su mezcla de idiomas (el hindi, catalán e inglés).
En definitiva, ‘Rastros de Sándalo’ es un viaje desde la Barcelona más cercana, donde los locutorios cobran vida propia, donde se quiere huir (y se consigue) de las barreras, incluso estando en 2014 y siendo la situación en Cataluña como es, hasta un Mombay no multicolor ni tan glamuroso como idealizamos siempre, sino de diferencia entre clases. Este viaje hará las delicias del espectador que quiera disfrutar conociendo a los personajes y, por qué no, conociéndose a sí mismo.
Lo mejor: La química entre los actores principales y que su equipo técnico esté liderado por mujeres.
Lo peor: En algunos momentos peca de efectista.
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