Después de hacerse famoso interpretando a un célebre superhéroe, un actor trata de darle un nuevo rumbo a su vida, recuperando a su familia y preparándose para el estreno de una obra teatral en Broadway.
Estamos ante la enésima gran película de Alejandro González Iñárritu pero, a la vez, su primera obra maestra.
‘Birdman’ recupera a lo grande al magnífico Michael Keaton y nos trae una película pretenciosa, inmersiva, incómoda, maravillosamente escrita e interpretada y, sobre todo, ilustrativa de la grandeza e ilimitado potencial del Séptimo Arte.
A través de la redención profesional de Riggan Thomson (Michael Keaton), una estrella en horas bajas que trata de recuperar su carrera arriesgándose en la jungla de las tablas de Broadway, Inárritu reflexiona a lo grande sobre una ingente cantidad de temas espinosos, y lo hace sin pelos en la lengua.
Los vaivenes de la fama; la situación actual de la Industria de Hollywood; la importancia real y percibida del ser humano; el culto (y olvido) instantáneo de los fenómenos en los medios sociales; la locura colectiva de una sociedad occidental paranoica, complaciente e idiotizada…
Iñárritu aprovecha cada segundo de metraje para exprimir al máximo las posibilidades de esta Comedia ácida, triste, frenética, alocada e impredecible, alardeando, además, de un control técnico impresionante (los recorridos entre bastidores, la obligada salida a la calle de Thomson, el momento Blockbuster…) capaz de derretirnos las retinas y dejarnos boquiabiertos.
Pero esto, desde luego, no es todo.
‘Birdman’ es tan grande como lo son sus intérpretes: Michael Keaton desnuda su cuerpo y su alma en el regreso a lo más grande de Hollywood; Edward Norton vuelve a dejar patente por qué es uno de los grandes de su generación; Emma Stone se confirma como un ilimitado y encantador fenómeno interpretativo; Zach Galifianakis compone un personaje inolvidable de excelente comicidad; Naomi Watts y Andrea Riseborough dan la réplica a sus partenaires masculinos con oficio y pasión…
Cuando el espectáculo llega a su fin (y de qué manera), estamos deseando volver a ver la película, para captarla en su totalidad e impregnarnos de todos sus matices y lecturas.
Cierto es que en ocasiones es demasiado pretenciosa y autocomplaciente. Iñárritu, sabedor del mastodonte que tiene entre manos, está encantado de conocerse.
Pero, pese a los ocasionales momentos de bajón, tópicos, estereotipos y lugares comunes, ‘Birdman’ es uno de los mejores y más completos filmes del año que ha tocado a su fin.
¡Bienvenida, inesperada virtud de la ignorancia!
Lo mejor: imposible olvidarse de ella.
Lo peor: la banda sonora. Enervante.
¿Queréis saber qué otras películas de Hollywood han mirado a las tablas de Broadway? Nuestros amigos de Paramount Channel os lo cuentan.
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