Con la ruptura de su matrimonio y la muerte de su madre, Cheryl (Witherspoon) siente que su vida ha tocado fondo. Después de años de comportamiento autodestructivo, toma una decisión radical e inesperada. Sin ningún tipo de experiencia y motivada sólo por su determinación, Cheryl recorrerá a pie en solitario más de mil millas de la ruta del Pacific Crest en el oeste de Estados Unidos.
Hollywood adora las segundas oportunidades. O, mejor dicho, las fábulas de las ovejas descarriadas que encontraron su camino tras un tropiezo. De hecho la protagonista del film que nos ocupa participó en el deliberado (pero eficaz) intento de rehabilitación de un «chico malo» como Johnny Cash en ‘En la cuerda floja (Walk the line)’. Y, aunque Jean Marc Vallée lleve su filmografía por caminos poco transitados por el cine comercial, esta ‘Alma salvaje (Wild)’ encuentra en esta justificación su principal razón de ser y, quizás, su mayor defecto de forma.
Empezando por el principio, cabe destacar la honestidad de planteamientos del realizador canadiense a la hora de plasmar la historia real de Chreyl Strayed. La estructura basada en el clásico recurso al flashback es sencilla pero funciona a la perfección a la hora de dibujar a su personaje principal, una Reese Witherspoon que necesitaba un proyecto así como agua de mayo. No se nos esconde nada, no hay poesía ni elegantes movimientos de cámara. ‘Alma salvaje’ es una película áspera, dura e incómoda a ratos, que confía su mayor fortaleza a una actriz principal que da lo mejor de sí.
Witherspoon es en sí misma la película, alcanzando un equilibrio casi perfecto entre la niña buena y la oveja descarriada. La actriz realiza una sobria interpretación que encuentra en los pequeños detalles su mayor virtud. Frente a histrionismos y grandilocuencias, la protagonista sabe convertir el minimalismo en su aliado y consigue una brillante actuación. No menos alabanzas merece, sin embargo, esa joya escondida que es Laura Dern. Desde su pequeño pero fundamental rol, Dern ilumina la película y nos ofrece algunos de sus mejores momentos.
El camino, con sus valles y montañas, como metáfora de una historia de redención. Eso es lo que simple y llanamente nos ofrece esta propuesta. ‘Alma salvaje’ viene lastrada, eso sí, por la cadena de servir de excusa para los errores del personaje, precisamente una de las mayores virtudes con las que contaba la anterior película del director, ‘Dallas Buyers Club’. Si en aquella encontrábamos a personajes reales que, plagados de imperfecciones, afrontaban el mundo sin tratar de justificarse, en esta última encontramos una excesiva piedad hacia ellos. Y es que el director parece olvidar que, a veces, los mayores errores de la vida no pueden justificarse.
Lo mejor: Las interpretaciones de Witherspoon y Dern.
Lo peor: La omnipresente justificación del personaje protagonista.