‘Foxcatcher’ ofrece una visión íntima de la relación entre el luchador olímpico Mark Schultz (Tatum), su hermano mayor Dave (Ruffalo) y su patrocinador, el excéntrico multimillonario Jon Du Pont (Carrell): una relación que tomó un giro trágico cuando, a finales de los 90, Du Pont cruzó la línea y se convirtió en una persona peligrosa.
El deporte de élite, en cualquiera de sus disciplinas, pone a prueba nuestras capacidades como seres humanos. No sólo físicas, sino también mentales y emocionales. Alcanzar la cima de una disciplina conlleva sacrificios que, a veces, pueden costarnos más que la satisfacción de la recompensa.
‘Foxcatcher’ es un drama deportivo de alto copete. Tras varias películas correctas, el director Bennett Miller alcanza la cima proponiendo un viaje no solo a la América profunda y sus arraigados valores, sino también a la psique más oscura del deportista (y el deporte) de élite.
Aunque la película es tan sombría, inquietante y siniestra que, muy a menudo, nos oprime, el fantástico montaje de Miller y la tremenda, magistral interpretación de su trío protagonista valen, con creces, el precio de la entrada.
Steve Carell da un giro total a su carrera, alumbrando un ser retorcido y amargado, lleno de complejos y necesitado de un reconocimiento incapaz de alcanzar por sí mismo; Mark Ruffalo suma y sigue, componiendo un personaje que intenta aferrarse a la vida y a la familia, por encima del deporte; para terminar, Channing Tatum se desnuda en cuerpo y alma, dando vida a un conmovedor juguete roto cuya única razón de ser es la lucha libre, reafirmándose como mucho más que un cuerpo atlético y estrella Hollywoodense.
La historia es dura y violenta. Pero el director se las arregla para contenerla y que fluya a través de los sólidos personajes y el trabajado libreto.
Cierto es que la cinta se adorna demasiado, pero podemos perdonar los arrebatos del Miller más presuntuoso cuando nos empapamos de las notables virtudes escénicas y el estilo, tan personal, del Cineasta.
En las antípodas del deporte según Disney, ‘Foxcatcher’ es un regalo para cualquier cinéfilo y amante del género: presente incómodo, difícil, que requerirá nuestra total atención y, en ocasiones, provocará que nos revolvamos en la butaca.
Aún así, no lo olviden: si se la pierden, lo lamentarán.
Lo mejor: el trío protagonista.
Lo peor: los momentos pomposos.
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