El cine de vanguardia abarca innumerables filmes y entre todos ellos, uno de los más paradigmáticos y que más chorros de tinta ha hecho correr es ‘Un perro andaluz’, la película por antonomasia del Surrealismo cinematográfico.
En post anteriores de Aprende cine os hemos hablado del Cine Surrealista pero este título, merece capítulo aparte. Dirigido por Luis Buñuel en colaboración con Salvador Dalí se estrenó en el año 1929. La participación de ambos fue a la par, era un proyecto conjunto en donde pusieron en práctica toda una serie de ideas muy cercanas a los parámetros marcados por el grupo de pintores, músicos y literatos aglutinados alrededor de André Bretón, pero también, sus obsesiones propias. Conceptos que habían empezado a parir en la misma Residencia de Estudiantes, cuando andaban de un lado a otro con su gran amigo Lorca, el tercero de la ecuación y otros personajes geniales, no podemos dejar de mencionar a Pepín Bello.
El mundo onírico es uno de los elementos más importantes de la iconografía surrealista, junto a la importancia del subconsciente. Esto es algo que Bretón ya deja claro en el Primer Manifiesto surrealista. A grandes rasgos, el mundo de los sueños es el elemento más importante de la cinta porque Dalí elaboró el guión a partir de dos sueños propios y ambos, corresponden a los fotogramas más representativos del filme: el ojo y la cuchilla y el puñado de hormigas saliendo de la mano. Pero hay una tercer imagen muy llamativa en la película, el burro putrefacto sobre el piano. Nos habla de la iconografía propiamente daliniana y de un elemento fundamental en el filme, lo putrefacto.
Lo putrefacto es un término que en resumidas cuentas se puede decir que es igual que lo cursi, lo retrógrado, lo arcaico, lo tradicional etc., y otros tantos adjetivos. Este concepto corresponde a algunos de los términos acuñados durante su etapa en la Residencia de Estudiantes de Madrid y en el que tanto tienen que ver otros personajes como Federico García Lorca y Pepín Bello. Visualizado directamente en la imagen del burro sobre el piano pero que también plantearon poner en un libro, con dibujos del pintor y un prólogo del poeta, aunque con su temprana muerte nunca se pudo llevar a cabo.
En resumidas cuentas, aunque el filme de Dalí y Buñuel, hable de una «historia de amor», es una visión directa de todo lo que representó el Surrealismo además de la inclusión en una sola obra de todos los elementos y conceptos que el movimiento deuda del artista.