Gloria decide dejar Nueva York y volver a su ciudad natal tras haber perdido su trabajo y su novio. Pero, cuando en las noticias informan de que un monstruo gigantesco está destruyendo la ciudad de Seúl, se da cuenta de que está relacionada con esos extraños sucesos. Para evitar que la destrucción vaya a más tendrá que averiguar el papel de su insignificante existencia en un evento colosal que podría cambiar el destino del mundo.
La desastrosa situación que afronta inicialmente la protagonista, muy lograda por la siempre eficaz y oscarizada Anne Hathaway (‘Interstellar’, ‘Los miserables’, ‘El caballero oscuro: la leyenda renace’), puede resultar demasiado familiar en tiempos de crisis. Pérdida del empleo, evasión a golpe de licor y ruptura sentimental, son piezas que caen bajo el efecto dominó y que provocan la búsqueda de un refugio en la zona de confort de sus orígenes: su pequeña ciudad natal, las paredes del hogar familiar y los antiguos conocidos.
Hasta aquí un drama recurrente, con cierta dosis de humor ácido como cuando la protagonista parafrasea aquello de «lo siento, me he equivocado. No volverá a ocurrir».
Para ayudarla a instalarse en esa zona de bienestar, y a la vez sacar buen partido de ello, Oscar, interpretado por el actor de comedia Jason Sudeikis (‘Somos los Miller’, las dos entregas de ‘Cómo acabar con tu jefe’, ‘Carta blanca’), aprovecha su registro para ocultar la verdadera faceta del maltratador. En este punto, la colosal anécdota del monstruo ha de mutar para combatir todos esos monstruos interiores y externos que rodean la vida misma.
Nacho Vigalondo (‘Open Windows’, ‘Extraterrestre’, ‘Los cronocrímenes’) escribe y dirige esta película que como él mismo describe es una «colisión de géneros, a priori, imposible». Aporta dosis de cine independiente, el catastrofismo de los monstruos nipones, de comedia romántica, habla del fracaso profesional y personal, cine de denuncia social contra el maltrato y los traumas infantiles…
‘Colossal’ es una rara mezcla de cine fantástico, entre la comedia y el drama, entre lo liviano y la seriedad del acoso, entre el onirismo alcohólico que apabulla a quienes sin trabajo viven y padecen bajo esa nube donde parece que nunca llega nada salvo dejar que el tiempo transcurra a golpe de trago.
Pero también habla de la culpabilidad, de la responsabilidad, y de las consecuencias monstruosas de las acciones cotidianas. Dos polos tan distantes como las desgracias individuales y las colectivas, unidos mediante la extravagancia y singularidad particulares de Vigalondo con el humor actual propio de Muchachada Nui, el suspense y tensión del mejor Hitchcock, o las destructivas criaturas gigantes que amenazan a la humanidad. Aunque en este último caso poniendo mucha tierra por medio, en la lejana Seúl.
Sin duda, ‘Colossal’ cautiva a los fieles seguidores de su director e intérpretes, aunque puede descolocar al resto de público acostumbrado a una exposición de tramas de manera mucho más individualizada.
Lo mejor: la originalidad de su planteamiento.
Lo peor: que se diluya y termine por dejar un sabor insustancial.